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¿que opinan?
Aumenta el antagonismo de Latinoamérica hacia EEUU
Por Antonio María Delgado
MIAMI (Reuters) - La normalmente volátil relación entre América Latina y Estados Unidos está tornándose más complicada ante la creciente percepción de los latinoamericanos de que las recetas económicas de Washington los han empobrecido y de que, desde el 11 de septiembre del 2001, el Tío Sam juega muy mal al policía mundial.
Varios analistas advierten que el resentimiento contra los Estados Unidos ha crecido en América Latina hasta niveles no vistos desde la Guerra Fría y que la desconfianza lleva a la región a evaluar la posibilidad de forjar alianzas para encarar conjuntamente al gobierno de Washington.
Pero, a diferencia del punto de vista de algunos círculos de Washington, no es el resurgimiento de los gobiernos de centroizquierda lo que fomenta el distanciamiento con Estados Unidos. Es, más bien, el malestar hacia la actual política de la Casa Blanca.
"El creciente antagonismo entre Estados Unidos y América Latina tiene poco que ver con la ideología (de algunos gobiernos latinoamericanos) y más con la readopción, después del 11 de septiembre, de los viejos patrones de comportamiento que Washington mantuvo durante la Guerra Fría," dijo Peter Siavelis, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Wake Forest, en Carolina del Norte.
"El unilateralismo es algo que los latinoamericanos entienden (...) Y cuando tomas este unilateralismo y lo mezclas con el moralismo, que es lo que la administración (del presidente George W.) Bush ha hecho en esta guerra en Irak, eso resuena profundamente en América Latina, porque ellos han sido víctimas de eso," explicó.
Según una encuesta realizada en 17 países al inicio de la invasión de Irak por la Corporación Latinobarómetro, el 80 por ciento de los latinoamericanos se oponía a la guerra y un 70 por ciento creía que Estados Unidos interpretaba muy mal el papel de policía mundial.
"Hay una percepción muy negativa de lo que Estados Unidos está haciendo en el contexto mundial," dijo Marta Lagos, directora general de Latinobarómetro. "La opinión mayoritaria tiende a decir que en el fondo, la meta de Estados Unidos no es resguardar la paz, sino que quiere dominar al mundo."
"TE ODIO PERO NO ME ABANDONES"
Sin embargo, hay un factor que siempre mantiene a la región sintonizada con su poderoso vecino del norte.
"Hay una postura muy realista en América Latina porque hay una dependencia económica concreta," según Lagos. "Y esa percepción genera en la población un sentimiento mixto hacia Estados Unidos (...): contigo no puedo dejar de estar, pero eres un monstruo; no me abandones, pero te odio."
En el caso de México, la rivalidad tiene raíces históricas pero el vínculo económico es enorme: con la firma del Tratado de Libre Comercio para América del Norte en 1992, el 90 por ciento de las exportaciones de México tienen como destino Estados Unidos.
En un buen número de países latinoamericanos, las reformas de libre mercado recetadas por el FMI y derivadas del denominado Consenso de Washington no se han traducido en una mejora en las condiciones de vida de sus habitantes.
A Chile, país donde la percepción hacia Estados Unidos tiende a ser más favorable que en el resto del Cono Sur, las reformas le han permitido acercarse al primer mundo.
No obstante, la mayoría de los chilenos cuestiona los beneficios de las reformas, ya que el país tiene la mayor brecha entre ricos y pobres de la región después de Brasil.
"El problema es a nivel social, por las iniquidades de la sociedad latinoamericana y la manera en que el modelo neoliberal ha producido mucho desorden en las vidas de mucha gente en América Latina," advirtió Wayne A. Selcher, profesor de Estudios Internacionales de Elizabethtown College, en Elizabethtown, Pennsylvania.
La apertura comercial y la ola de privatizaciones propiciadas por el modelo neoliberal se tradujeron, para muchos, en cierres de fuentes de trabajo, concentración de capitales y profundización de la brecha entre ricos y pobres.
Para Carlos J. Lemoine, presidente del Centro Nacional de Consultoría, la hostilidad hacia Estados Unidos está estrechamente vinculada con la responsabilidad que cada país le asigna a Washington por sus dificultades económicas.
"El caso de Argentina es particular porque la población siente que no ha habido solidaridad por parte de Estados unidos con su crisis," dijo desde Bogotá Lemoine, cuya firma elabora la encuesta de opinión anual Barómetro Iberoamericano.
"Muchos países sienten que el FMI y la comunidad internacional los han quebrado," agregó.
Ese resentimiento hacia Estados Unidos incluso propició cambios políticos en varios países latinoamericanos. En Bolivia, por ejemplo, donde el presidente Gonzalo Sánchez de Losada fue depuesto por una revuelta indígena, el estrecho vínculo del ex mandatario con Estados Unidos fue uno de los factores que causó su caída.
Asimismo, en Argentina, el discurso anti-FMI y la consigna de privilegiar el crecimiento al pago de la deuda han contribuido, en buena medida, a que el presidente Néstor Kirchner goce de una imagen positiva ante los ojos del 71 por ciento de la población, según una encuesta reciente.
FRENTE COMUN CONTRA EL PODEROSO NORTE
La percepción de que Washington y organismos como el FMI son más contrincantes que aliados ha llevado a muchos países de la región a buscar alianzas para hacerles frente.
Recientemente, Brasil ha liderado los esfuerzos de la región para negociar en bloque la creación de un Area de Libre Comercio de las Américas y obligar a Washington a eliminar los subsidios que da a sus agricultores.
De la misma manera, Argentina y Brasil han estado promoviendo la adopción de una postura común ante el FMI para exigirle que flexibilice la forma en que contabiliza los proyectos de infraestructura en las cuentas fiscales, a fin de poder obtener más créditos en ese tipo de obras.
Pero para Carlos Alberto Montaner, dirigente del exilio cubano y uno de los autores del libro antiizquierdista Manual del Perfecto Idiota Latinoamericano, esa es una estrategia que podría causar más mal que bien.
"En el fondo lo que se está intentando no es crear un gran bloque para abrirse al mundo (...) Es crear un gran bloque, liderado por Brasil, para protegerse de Europa y de los Estados Unidos," dijo a Reuters. "Y pensar así en el mundo moderno, es pensar con premisas de hace 50 años."
Para Marta Lagos, las posiciones adoptadas por Argentina y Brasil son esfuerzos "tímidos" de los presidentes Kirchner y Luiz Inácio "Lula" da Silva para asumir el papel de liderazgo por el que claman desde hace tiempo los latinoamericanos.
"Lo que quiere Latinoamérica es tener un líder con poder que pueda ponerse frente a Estados Unidos y leer una cartilla" de exigencias, dijo. Pero, aunque esos esfuerzos son positivos, en realidad no son muy promisorios, agregó.
"Este es un tema de poder. América Latina no tiene poder y Estados Unidos tiene todo el poder. Eso no va a cambiar. A menos que haya una presión real, con poder, hacia Estados Unidos, vamos a seguir siendo el patio trasero. Y con justa razón," señaló.
Por Antonio María Delgado
MIAMI (Reuters) - La normalmente volátil relación entre América Latina y Estados Unidos está tornándose más complicada ante la creciente percepción de los latinoamericanos de que las recetas económicas de Washington los han empobrecido y de que, desde el 11 de septiembre del 2001, el Tío Sam juega muy mal al policía mundial.
Varios analistas advierten que el resentimiento contra los Estados Unidos ha crecido en América Latina hasta niveles no vistos desde la Guerra Fría y que la desconfianza lleva a la región a evaluar la posibilidad de forjar alianzas para encarar conjuntamente al gobierno de Washington.
Pero, a diferencia del punto de vista de algunos círculos de Washington, no es el resurgimiento de los gobiernos de centroizquierda lo que fomenta el distanciamiento con Estados Unidos. Es, más bien, el malestar hacia la actual política de la Casa Blanca.
"El creciente antagonismo entre Estados Unidos y América Latina tiene poco que ver con la ideología (de algunos gobiernos latinoamericanos) y más con la readopción, después del 11 de septiembre, de los viejos patrones de comportamiento que Washington mantuvo durante la Guerra Fría," dijo Peter Siavelis, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Wake Forest, en Carolina del Norte.
"El unilateralismo es algo que los latinoamericanos entienden (...) Y cuando tomas este unilateralismo y lo mezclas con el moralismo, que es lo que la administración (del presidente George W.) Bush ha hecho en esta guerra en Irak, eso resuena profundamente en América Latina, porque ellos han sido víctimas de eso," explicó.
Según una encuesta realizada en 17 países al inicio de la invasión de Irak por la Corporación Latinobarómetro, el 80 por ciento de los latinoamericanos se oponía a la guerra y un 70 por ciento creía que Estados Unidos interpretaba muy mal el papel de policía mundial.
"Hay una percepción muy negativa de lo que Estados Unidos está haciendo en el contexto mundial," dijo Marta Lagos, directora general de Latinobarómetro. "La opinión mayoritaria tiende a decir que en el fondo, la meta de Estados Unidos no es resguardar la paz, sino que quiere dominar al mundo."
"TE ODIO PERO NO ME ABANDONES"
Sin embargo, hay un factor que siempre mantiene a la región sintonizada con su poderoso vecino del norte.
"Hay una postura muy realista en América Latina porque hay una dependencia económica concreta," según Lagos. "Y esa percepción genera en la población un sentimiento mixto hacia Estados Unidos (...): contigo no puedo dejar de estar, pero eres un monstruo; no me abandones, pero te odio."
En el caso de México, la rivalidad tiene raíces históricas pero el vínculo económico es enorme: con la firma del Tratado de Libre Comercio para América del Norte en 1992, el 90 por ciento de las exportaciones de México tienen como destino Estados Unidos.
En un buen número de países latinoamericanos, las reformas de libre mercado recetadas por el FMI y derivadas del denominado Consenso de Washington no se han traducido en una mejora en las condiciones de vida de sus habitantes.
A Chile, país donde la percepción hacia Estados Unidos tiende a ser más favorable que en el resto del Cono Sur, las reformas le han permitido acercarse al primer mundo.
No obstante, la mayoría de los chilenos cuestiona los beneficios de las reformas, ya que el país tiene la mayor brecha entre ricos y pobres de la región después de Brasil.
"El problema es a nivel social, por las iniquidades de la sociedad latinoamericana y la manera en que el modelo neoliberal ha producido mucho desorden en las vidas de mucha gente en América Latina," advirtió Wayne A. Selcher, profesor de Estudios Internacionales de Elizabethtown College, en Elizabethtown, Pennsylvania.
La apertura comercial y la ola de privatizaciones propiciadas por el modelo neoliberal se tradujeron, para muchos, en cierres de fuentes de trabajo, concentración de capitales y profundización de la brecha entre ricos y pobres.
Para Carlos J. Lemoine, presidente del Centro Nacional de Consultoría, la hostilidad hacia Estados Unidos está estrechamente vinculada con la responsabilidad que cada país le asigna a Washington por sus dificultades económicas.
"El caso de Argentina es particular porque la población siente que no ha habido solidaridad por parte de Estados unidos con su crisis," dijo desde Bogotá Lemoine, cuya firma elabora la encuesta de opinión anual Barómetro Iberoamericano.
"Muchos países sienten que el FMI y la comunidad internacional los han quebrado," agregó.
Ese resentimiento hacia Estados Unidos incluso propició cambios políticos en varios países latinoamericanos. En Bolivia, por ejemplo, donde el presidente Gonzalo Sánchez de Losada fue depuesto por una revuelta indígena, el estrecho vínculo del ex mandatario con Estados Unidos fue uno de los factores que causó su caída.
Asimismo, en Argentina, el discurso anti-FMI y la consigna de privilegiar el crecimiento al pago de la deuda han contribuido, en buena medida, a que el presidente Néstor Kirchner goce de una imagen positiva ante los ojos del 71 por ciento de la población, según una encuesta reciente.
FRENTE COMUN CONTRA EL PODEROSO NORTE
La percepción de que Washington y organismos como el FMI son más contrincantes que aliados ha llevado a muchos países de la región a buscar alianzas para hacerles frente.
Recientemente, Brasil ha liderado los esfuerzos de la región para negociar en bloque la creación de un Area de Libre Comercio de las Américas y obligar a Washington a eliminar los subsidios que da a sus agricultores.
De la misma manera, Argentina y Brasil han estado promoviendo la adopción de una postura común ante el FMI para exigirle que flexibilice la forma en que contabiliza los proyectos de infraestructura en las cuentas fiscales, a fin de poder obtener más créditos en ese tipo de obras.
Pero para Carlos Alberto Montaner, dirigente del exilio cubano y uno de los autores del libro antiizquierdista Manual del Perfecto Idiota Latinoamericano, esa es una estrategia que podría causar más mal que bien.
"En el fondo lo que se está intentando no es crear un gran bloque para abrirse al mundo (...) Es crear un gran bloque, liderado por Brasil, para protegerse de Europa y de los Estados Unidos," dijo a Reuters. "Y pensar así en el mundo moderno, es pensar con premisas de hace 50 años."
Para Marta Lagos, las posiciones adoptadas por Argentina y Brasil son esfuerzos "tímidos" de los presidentes Kirchner y Luiz Inácio "Lula" da Silva para asumir el papel de liderazgo por el que claman desde hace tiempo los latinoamericanos.
"Lo que quiere Latinoamérica es tener un líder con poder que pueda ponerse frente a Estados Unidos y leer una cartilla" de exigencias, dijo. Pero, aunque esos esfuerzos son positivos, en realidad no son muy promisorios, agregó.
"Este es un tema de poder. América Latina no tiene poder y Estados Unidos tiene todo el poder. Eso no va a cambiar. A menos que haya una presión real, con poder, hacia Estados Unidos, vamos a seguir siendo el patio trasero. Y con justa razón," señaló.
¿que opinan?

y UDIDEMIERDA 
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