Futuro de la civilizacion argentina

[academia]

PARECE QUE EL TURCO SE BAJA DEL BALLOTAGE!!!!

SE CAGO!!! MENEM SE CAGO!!!
MENEM SE CAGO!!! MENEM SE CAGO!!

Y creo que tambien se cago en la constitucion nuevamenten, no?

[Plan Austral]

No, Balbin se bajo en la eleccion en la tenia que haber ballottage entre el y Campora, pero era distinto porque Campora solo necesitaba un 1% mas de votos para ganar y duplicaba en votos a Balbin.

SE CAGO, EL TURCO SE CAGO, PERDIA EL TURCO POR GOLEADA SIETE A DOS Y SE BAJO, CHAU MENEM SOS HISTORIA LAPUTISIMADREQUELOREPARIO!

[Plan Austral]

Uh, no se cago, su abandono es un acto de grandeza....por favor..


“Carta Abierta a los Argentinos. Basta de Antinomias”, el ex presidente explicaría los motivos de su decisión.

Los párrafos más destacados son:

“Se está alentando una nueva antinomia (¡otra más en nuestra historia!) disfrazada esta vez en campaña electoral”.

“Por cada antinomia, nuestro bendito suelo se regó con sangre de hermanos y con lágrimas de madres. Por cada antinomia, creció el hambre en los cuerpos y la miseria en los corazones argentinos”.

“Hoy, mientras permanecemos sensibles a nuestra realidad nacional y atentos a las circunstancias internacionales, habiendo adaptado lo mejor de nuestra Doctrina para aplicarla actualizada a esta nueva década, estamos debiendo soportar a quienes, ante su impotencia para construir, bastardean la buena fe de los argentinos y manipulan la opinión pública para reducirla a la estatura de sus propias limitaciones y mezquindades”.

"No avalaré esta nueva antinomia nacional convalidando la segunda vuelta de un comicio del que ya superé todos los obstáculos (...) pero que ahora recién muestra la peor de sus entrañas".

"¡Claro que necesitaban de un justicialismo desunido! ¡Claro que rehuyen el debate, racional o apasionado, no importa! ¡Claro que se niegan a analizar propuestas!".

"Sí, la trampa es otra. Se está jugando imprudentemente a una nueva división nacional".

"En consecuencia, si el voto es contra Menem, les ahorro el trámite. Menem no estará para convalidar ese vaciamiento de contenido programático de una elección democrática".

"Pues bien, el antimenemismo en gestación no encontrará un "menemismo" a su medida. No les ayudaré a dividir el país en dos".

"Ahora, sin mi presencia tan 'conflictiva y contaminante', no habrá excusas".

"Deberán gobernar y demostrar que son mejores. A tanto tiempo de distancia, ni siquiera podrán echarme la culpa de ser la causa de los males, como ahora".

"No dejaré que nadie siembre encono entre los argentinos, no permitiré que se intente envilecer a mi gente".

“Quiero que sepan, los que van a gobernar, que siempre contarán con mi colaboración para la gobernabilidad”.

“Menem no es un conspirador. Siempre he ganado las batallas con el corazón y el pecho abiertos. Y, si Dios me da vida, los esperaré en la próxima, cuando las manipulaciones y los prejuicios no les sirvan de programa político para intentar ganarme”.

“Los estaré esperando junto al pueblo, reconstruyendo la unidad nacional en el sano pluralismo, y cuando las verdades caigan por su propio peso y las mentiras se desvanezcan, allí estaré de nuevo. Tal vez para perdonarlos”.

¡Que Dios guarde de nuestra Patria!
¡Viva Argentina!

[Chilean President™]

Felicitaciones argentos
ahora de seguro que la Ceci "pierde" el bebe

[Niessuh]

Un imbecil menos por el que preocuparse en este mundo

[Plan Austral]

Je, estoy contento, pero hubiera sido mejor llenar las urnas de votos a Kirchner para derrotarlo completamente al turco, pero se bajo antes porque sabia que perdia feo.

Je, pobre Chechu, igual, perder un bebe imaginario no debe ser tan traumatico : P

[Dr. Nick]

Todavia no se bajo. A mi me huele a maniobra electoral. Maniana anuncia su decision (de bajarse o no) desde La Rioja.

[Estilpón]

hmmmm esperamos expectantes, pero supongo que confirmará su "renuncia" a la elección...

[JCG]

He leído que todo esto sólo es para dejar a Kirchner con la votación de la primera vuelta, y luego criticarlo por que no tiene "respaldo electoral" si las cosas no salen bien....

[Dr. Nick]

El turco se bajo! Renuncio! Se ha acabado la carrera politica del hijo de puta!

[academia]

Bueno, ya es oficial. El Anticristo se bajo del ballotage...
Deberia estar contento, no? muy contento...

Sin embargo, siento mucha indignacion.
Este tipo nos cago de vuelta.
Se limpio el culo con la Constitucion y las leyes electorales nuevamente al no presentarse. Si estas jugando el juego, respeta las reglas.
Y se cago en la gente nuevamente; por partida doble.
Cago a la gente que lo voto!! a los que le dieron su voto, los que creyeron en el... y ahora los deja pagando a todos...
Y a los que no lo votaron, les nego la posibilidad de expresarse el domingo en las urnas y demostrarle que ya fue... que ya es pasado.

Saben que? esta haciendo lo mismo que el tanto critico!!!
Durante mas de 10 años he tenido que escuchar criticas a Alfonsin por entregar el gobierno antes de tiempo, luego las criticas fueron a Chacho Alvarez y a De la Rua por renunciar cuando las cosas iban mal... y ahora Carlitos Menem esta haciendo lo mismo...
Viste que ibas a perder, y te fuiste. como es eso?
Cero humildad, cero dignidad. Mal perdedor

Encima, durante los proximos 4 años (espero que muera antes) voy a tener que escuchar:
"Io no perdi!!! Io gane en la primera vuelta!!"
Y si a Kirchner le va mal:
"Pero claro que le va mal! si no tiene el apoyo del pueblo!! en las elecciones presidenciales el pueblo argentino expreso su voluntad, y io gane con 24%. Kirchner solamente saco el 22%. No tiene respaldo popular"

En fin, el tipo va a seguir alli. Va a seguir jodiendo. Dudo mucho que este sea el fin...
Recuerden: Yerba mala nunca muere

[Dr. Nick]

Yo queria estudiar el domingo. Gracias a Menem, Martin, el domingo, va a poder estudiar.

(Creo que es lo unico bueno que hizo por mi este tipo )

[Estilpón]

Menem es un cabrón. Así de claro. Lisa y llanamente, y lo que ha hecho, renunciando a la segunda vuelta, perjudica a la Argentina. Efectivamente, por la pérdida de legitimidad que se produce. Aún tiene solución, si Kirchner lo hace bien y aumenta el respaldo

PD. Anoche en el telediario de "la 2" sacaron las imágenes del mitin de Kirchner y la interrupción por el noticiario argentino de la renuncia de Menem

[Plan Austral]

Carlos Menem intentó hacer coincidir su ¿última? jugada política con el aniversario de los triunfos electorales que lo llevaron por dos veces a la presidencia, el 14 de mayo de 1989 —tras derrotar en la interna a Antonio Cafiero en 1988— y el 14 de mayo de 1995.

Aunque la naturaleza de la jugada establece sobre todo una relación, irónica, entre este mayo y julio de 1989, cuando Menem asumió su primera presidencia porque Raúl Alfonsín debió dejar el cargo seis meses antes. En este mayo, es Menem quien apresura su abandono del lugar institucional en el que lo colocó la sociedad, la atribución de disputar el ballottage.

Actitud coherente con otra huida, en abril de 1999, también ante la inminencia de una dura derrota en las urnas, cuando Eduardo Duhalde había convocado a un plebiscito en la provincia de Buenos Aires para frenar su proyecto de re-reelección.

El desafío había sido demasiado para Menem, quien siempre cultivó un eje místico ligado a su "estrella", a un supuesto atributo de invencibilidad, como principal instrumento de galvanización de apoyo. Fóbico a la derrota, Menem optó por sepultar su proyecto re-reeleccionista.

Aferrado a la ilusión omnipotente de esa "estrella", pero sobre todo a su correlato terrenal, el de la infalibilidad de la etapa de globalización capitalista y hegemonía exclusiva de Estados Unidos que se abría en ese mismo momento, Menem había iniciado su gestión presidencial, en 1989.

Desde el primer día se mostró dispuesto a dar vuelta como una media las tradiciones del peronismo, y a terminar la tarea, iniciada en 1976 por la dictadura militar, de transformación y clausura de la sociedad de economía productivista y volcada al mercado interno, relativamente igualitaria, con movilidad social ascendente y pleno empleo que sobrevivía desde los dos primeros gobiernos de Juan Perón.

Durante el primer año y medio, Menem consiguió armar el sustento social del proyecto, una inédita alianza entre la base histórica del justicialismo —los trabajadores y otros sectores de bajos recursos— y los grupos más concentrados del poder económico local y trasnacional, ligados a los servicios y a la actividad financiera.

El precio de la conquista, y las señales más inequívocas de la dirección de su proyecto, fueron las primeras grandes privatizaciones de empresas públicas, las paradigmáticas —ENTel, Aerolíneas Argentinas, las concesiones de los peajes—, concretadas por encima de cualquier objeción o resguardo jurídicos. Y operadas por ideólogos o técnicos surgidos del más conspicuo antiperonismo, como Alvaro y María Julia Alsogaray, o Ricardo Zinn.

También logró generar un estilo propio, casi una cultura, capaz de simbolizar el proyecto y, por entonces, de reproducir consenso. Fue la etapa del presidente futbolista, del presidente basquetbolista, del presidente que rompía reglas de tránsito en la ruta, a bordo de una Ferrari regalada por amigos empresarios, del presidente íntimo de las estrellas del espectáculo.

Fue además la etapa de las primeras denuncias por corrupción: el "Swiftgate" denunciado por la Embajada norteamericana, el "Yomagate", que involucró a su entonces cuñada y secretaria Amira Yoma, la leche en mal estado de su colaborador Miguel Angel Vicco, y unos cuantos más. Y la del indulto a los comandantes de la dictadura condenados por genocidas.

Pero necesitó ese año y medio —con un pico hiperinflacionario, una congelación de depósitos bancarios y una amenaza de pérdida abrupta de apoyo en el medio— para encontrar el núcleo conceptual y operativo de su modelo, el plan de estabilidad y convertibilidad que le aportó Domingo Felipe Cavallo en abril de 1991.

En rigor, recién con la ley de convertibilidad —la de la paridad entre el dólar y el peso— nació el "modelo" de Menem, el que definió su gestión de 10 años, el que le otorgó los picos de popularidad, la fuerza para imponer la reforma constitucional de 1994 y la reelección de 1995.

Fue la convertibilidad, sustentada en la relación entre peso sobrevaluado, altísimas tasas de interés internas, apertura de la economía, reducción de costos laborales y libre remesa de ganancias, más el alineamiento automático con Washington, la que generó el prestigio de Menem en los centros de poder internacional.

Fueron los efectos de la convertibilidad —falta de competitividad externa de la economía, desindustrialización acelerada, destrucción de empleo aun en los años de crecimiento del PBI, distribución altamente regresiva de la riqueza, crecimiento exponencial de la deuda externa, preferencia por la rentabilidad financiera del capital y su posterior fuga— los que invirtieron de manera abrupta la curva del consenso hasta hacerla negativa, casi inmediatamente después de la reelección de 1995 y la remoción de Cavallo de 1996.

La "estrella" de Menem, por lo menos la que lo alumbró para los sectores populares, empezó a apagarse en esos años.

Junto al crecimiento del desempleo y de los índices de pobreza, con el "santiagazo" de 1993 como aviso, con un sindicalismo enflaquecido, maniatado o domesticado, se multiplicaron y reformularon las vías de la protesta popular, hasta parir los piquetes en 1996 y 1997.

En el peronismo, durante muchos años disciplinado y acrítico fuera de la excepción minoritaria del Grupo de los 8, apareció un fuerte polo antimenemista, liderado por Eduardo Duhalde, que terminó convirtiéndose en la principal oposición cotidiana al gobierno. Aunque, entre los gobernadores justicialistas, el pionero del antimenemismo militante fue el mismo Néstor Kirchner que ayer lo hizo bajarse de la contienda. Frustrada su pretensión de continuar en el poder, a Menem le alcanzó para sabotear el proyecto presidencial de Duhalde de 1999.

El resto, aun esta inconclusa nueva aventura electoral, pareció más bien el fruto de una ficción alimentada por el desastre de la Alianza de Fernando de la Rúa.

La Argentina de hoy es, en gran medida, el país diseñado por Menem. Pero también la que quiere, todavía de manera confusa, abandonar ese diseño.

[Plan Austral]

Este articulo es excelente.

Néstor Kirchner parece tener el destino de los pioneros patagónicos: logra concretar todos sus propósitos, pero la historia le reclama, a cambio, un esfuerzo casi ***ánico. Será a partir del 25 del actual presidente de la Argentina (tal como se imaginó cuando ni sus vecinos creían que podría lograrlo), aunque será también el presidente con menos votos de la historia argentina.
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Carlos Menem es el arquitecto aturdido y veleidoso de esa debilidad inicial del próximo presidente. En la tarde de ayer, el ex presidente concretó su boicot al sistema electoral y, por lo tanto, a las normas básicas de la democracia.
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La historia política de Menem ha terminado peor que mal. Enceguecido por su pelea con Duhalde, incapaz de reconocer que lo derrotaría un hasta hace poco desconocido gobernador de la Patagonia remota, prefirió dejar sin respuesta a los casi cinco millones de argentinos que lo votaron en la primera vuelta y al 65 por ciento de la sociedad que quería sufragar el próximo domingo, según las encuestas de última hora. Menem se arrogó el derecho de negarles a esos millones de argentinos la posibilidad de concluir el proceso electoral como mandan las leyes. Las denuncias de fraude se hacen ante la Justicia o no se hacen. Las acusaciones de manipulación se hacen públicamente, en tiempo y forma, o no se hacen. Todos los argumentos que esgrime ahora serán inútiles para explicar una precipitada fuga hacia el último peldaño de la decadencia.
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Salvo su feudo de La Rioja, nada le queda del peronismo, cuyos dirigentes aspiran a alejarse cuanto antes de la asfixiante pelea entre Menem y Duhalde. Además, es palpable que mucho antes del 27 de abril, una mayoría notable de la sociedad había tomado una decisión política: decirle "no" al regreso de Menem. Ha concluido así, entre fracasos y deserciones, el papel protagónico que tuvo en la política argentina de los últimos tres lustros.
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Empieza el futuro. El presidente electo, Kirchner, tiene pocos votos concretos y un grado inédito de votos virtuales. Las encuestas aseguraban que el domingo lograría un número de sufragios mayor al que tuvo Juan Domingo Perón en 1973, cuando regresó del exilio convertido más en un mito que en un político. Ese resultado no hubiera sido obra del carisma de Kirchner ni de la solvencia de sus propuestas electorales, sino más bien de aquella decisión social de impedir el regreso de Menem. Pero no hay que quitarle méritos al presidente electo. Hizo una campaña mediocre hasta el 27 de abril. Luego echó mano a la moderación de sus gestos y de sus palabras y se mostró con la austeridad que se nota hasta en los trajes gastados por el uso. Así fue construyendo un notable contraste con su contrincante.
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Sin caudillismos
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Por segunda vez consecutiva, la sociedad se inclina por un presidente carente de las condiciones carismáticas y caudillistas que tuvieron los dos primeros mandatarios desde la restauración democrática, Alfonsín y Menem. El primero en carecer de esas características fue Fernando de la Rúa, pero su experiencia fue mala. La sociedad podría haber vuelto a los líderes mesiánicos, pero optó por insistir en un hombre común y corriente.
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¿Intentará Kirchner emular a aquellos presidentes épicos? "Los presidentes épicos nos han dejado un país en injusta bancarrota. Prefiero ser un presidente que trabaja y decide todos los días", responde. Deberá optar, entonces, entre caer en brazos del enorme aparato duhaldista de la provincia de Buenos Aires o enhebrar nuevos consensos, tanto internos, dentro del peronismo, como externos, con las fuerzas políticas no peronistas.
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Una cosa hubiera sido un Kirchner triunfante en el ballottage por un amplio margen y otra cosa será el Kirchner debilitado, que Menem le dejó a la Argentina como su última herencia política. En principio, el único beneficiario de la fuga menemista es Duhalde, que cumplió el sueño completo de derrotar a Menem y de contar, al mismo tiempo, con un presidente dependiente de él. Pero la política es más compleja. Hace poco le preguntaron a Kirchner qué haría ante un duhaldismo eventualmente duro e intransigente, o ante un Congreso con esas características. "Primero trataré de hacerme entender y comprender, pero no dudaré, en última instancia, en hablarle a la opinión pública y contarle mis problemas", respondió. Esto es: ni el Congreso ni Duhalde saldrían mejor parados de un eventual fracaso de Kirchner.
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Duhalde está, en rigor, en medio de una insoportable contradicción política, si, como dicen sus amigos, aspira a volver al poder nacional en 2007. Una frustrada administración de Kirchner lo arrastraría al propio Duhalde, que lo potenció como candidato. En cambio, si el presidente electo condujera un gobierno con relativo éxito, ¿por qué sería Duhalde y no el propio Kirchner el candidato para dentro de cuatro años?
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Los consensos externos al PJ lo sorprenderán a Kirchner, en cambio, con dos dirigentes, López Murphy y Carrió, que han hecho del respeto por las instituciones su propia religión.
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En su primer acto como virtual jefe de la oposición, López Murphy se mostró ayer, al contrario de Menem, más preocupado por la serenidad de la República que por su propio destino.
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Desde el menemismo y desde expresiones aisladas de sus propias filas lo tentaron a López Murphy en las últimas horas para que se explorara una fórmula que lo obligara a Kirchner a competir con el ex ministro en el ballottage, tras la renuncia de Menem. López Murphy no se dejó tentar: la ley es clara, dijo, y Kirchner debe asumir la Presidencia.
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En medio de las previsibles disidencias políticas que habrá entre ellos, Kirchner y López Murphy tuvieron ayer una coincidencia a la distancia. El líder de Recrear acusó a Menem y a Duhalde de irresponsabilidad por la crisis institucional de los días recientes y de urdir pactos espurios entre los dos. Pocos minutos después, Kirchner lanzó una frase llena de significados: "No he llegado hasta acá para pactar con el pasado".
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Le hablaba a Menem, pero lo miraba a Duhalde.
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