La guerra ha estallado, compatriotas!!!!
Por ahora va bien, tras 8 turnos de combates, hemos tomado una ciudad (Txelolco) y hemos destruido otra (Tlaxcala), y ahora nos encontramos asediando un pequeño asentamiento y ya miramos hacia la capital. Hemos destruido sus reservas de caballos y hierro, por lo que sus ejércitos, ya diezmados por nuestros valientes jinetes, se componen de lanceros y arqueros.. con algún que otro guerrero.
Para sorpresa nuestra, fundaron otra ciudad al sur de nuestro territorio, muy cerca de las gemas, pero no lo suficiente como para quitarnoslas, así que debajo nuestro hay ahora 3 ciudades. De esas tres ciudades, partió la unica invasión armada del ejército azteca, compuesto por un Lancero y un guerrero.. nuestras fuerzas destrozaron esa osadía por parte de los aztecas. Con ese movimiento que realizaron, han cerrado las puertas a cualquier negociación que no sea la rendición incondicional de todas sus ciudades.
Por nuestra parte, mantenemos un ejército de 7 jinetes y 1 arquero apostados en Heraclea, dispuestos para la campaña del sur, que dejaré en manos de mi sucesor.
En el oeste, nos queda una agrupación de 7 jinetes y otros tres que andan desperdigados por terrenos aztecas, diezmando las pocas unidades que éstos se atreven a sacar de sus ciudades.
Otra gran noticia es el incremento de unidades de trabajadores capturados a los aztecas, el numero asciende a un total de 7 ó 9 (no recuerdo exactamente cuantos), pero que sin duda ayudarán a construir las infraestructuras mientras los vamos sustituyendo por nuestros incansables ciudadanos, mil veces más efectivos que esos Aztecas.
En breve, terminará mi mandato (10 turnos, no?) y le pasaré el testigo de las Primeras Guerras de la Península de Bizancio al honorable senador Burroman, quien espero acabe con los Aztecas y devuelva la paz a nuestro reino.
Por ahora va bien, tras 8 turnos de combates, hemos tomado una ciudad (Txelolco) y hemos destruido otra (Tlaxcala), y ahora nos encontramos asediando un pequeño asentamiento y ya miramos hacia la capital. Hemos destruido sus reservas de caballos y hierro, por lo que sus ejércitos, ya diezmados por nuestros valientes jinetes, se componen de lanceros y arqueros.. con algún que otro guerrero.
Para sorpresa nuestra, fundaron otra ciudad al sur de nuestro territorio, muy cerca de las gemas, pero no lo suficiente como para quitarnoslas, así que debajo nuestro hay ahora 3 ciudades. De esas tres ciudades, partió la unica invasión armada del ejército azteca, compuesto por un Lancero y un guerrero.. nuestras fuerzas destrozaron esa osadía por parte de los aztecas. Con ese movimiento que realizaron, han cerrado las puertas a cualquier negociación que no sea la rendición incondicional de todas sus ciudades.
Por nuestra parte, mantenemos un ejército de 7 jinetes y 1 arquero apostados en Heraclea, dispuestos para la campaña del sur, que dejaré en manos de mi sucesor.
En el oeste, nos queda una agrupación de 7 jinetes y otros tres que andan desperdigados por terrenos aztecas, diezmando las pocas unidades que éstos se atreven a sacar de sus ciudades.
Otra gran noticia es el incremento de unidades de trabajadores capturados a los aztecas, el numero asciende a un total de 7 ó 9 (no recuerdo exactamente cuantos), pero que sin duda ayudarán a construir las infraestructuras mientras los vamos sustituyendo por nuestros incansables ciudadanos, mil veces más efectivos que esos Aztecas.
En breve, terminará mi mandato (10 turnos, no?) y le pasaré el testigo de las Primeras Guerras de la Península de Bizancio al honorable senador Burroman, quien espero acabe con los Aztecas y devuelva la paz a nuestro reino.
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