C3C Succession Game: Un imperio en el mar

[Master Zen]

un camino a Smyrna es U-R-G-E-N-T-E. Sugeriría sacar un worker en Trebizond en vez de esas barracas que van a tardar años en terminar. Total, ese worker luego puede mejorar el área alrededor de la ciudad para que termine las barracas más rápido.

[Carloquillo]

El Strategos Markos Minios Karlokillos, a los muy Nobles y muy Leales Senadores.

Estimados Padres ¡Salve!

Tomo bajo mi responsablilidad el gobierno del Imperio en estas horas en las que la amenaza viene del Este. Confío no defraudar las esperanzas que El Pueblo tiene depositadas en todos nosotros, sus Ilustres Patricios. Pedid cada uno a los dioses que le sean propios que no nos abandonen a la furia de nuestros enemigos y orad por mí.

Salud y Gloria.

[Kane Mitchells]

Espero que vuestro reinado sea fructifero... intentad forzar la paz con esos Incas y Árabes, pero no mováis el ejército del oeste, ya que como tapón a los Aztecas está perfectamente situado.

Como decía el Senador Zen, es de máxima prioridad conseguir esas Sedas (que han provocado seguramente la disputa con esos malditos Incas o Arabes) así que apoyo lo de crear el worker en vez de las barracas.

[Bragelonne]

De acuerdo. Por fortuna, para jugar en Monarch estamos muy avanzados tecnológicamente.

Es forzoso descubir meidos de obtención de oro... lo suficiente como para mantenér un ejército...

[Carloquillo]

El Strategos Markos Minios Karlokillos, a los muy Nobles y muy Leales Senadores.

Estimados Padres ¡Salve!

Tras tomar posesión del La Sagrada Vara que tuvistéis a bien otorgarme mi primera disposición fue reducir la cantidad que destinábamos de nuestro tesoro para los lujos y entretenimientos del Pueblo en un diez por ciento y destinarlo a la investigación científica. Nuestro valeroso Pueblo consciente de que la situación así lo requería no mostró especial descontento. Inmediatamente después intenté negociar con los representantes de las naciones Inca y Árabe unos términos razonables para poner fin a la disputa que mantenían nuestros pueblos con el fín de evitarnos a todos males mayores, sin embargo la postura absolutamente vil e indecorosa que dichos representantes mantuvieron durante las conversaciones y las desorbitadas pretensiones que expusieron, demandando unos que compartieramos con ellos la Literatura y los otros la Filosofía, conocimientos que tantos esfuerzos y sacrificios habían costado a nuestro Pueblo, me decidieron a no ceder ante su repugnante chataje, pues hacerlo no sería sino reconocer nuestra incapacidad para regir nuestros propios destinos y humillarnos de hinojos en espera de clemencia en el presente y en el futuro. Dispuesto a todo, pasé a la acción, tomé la iniciativa y ordené que en la Ciudad de Esmirna los esfuerzos que se estaban destinando para construir un cuartel para el entrenamiento de las tropas se dedicasen al alistamiento inmediato de una compañía de catapultas, asimismo consciente de que en situaciones de extrema gravedad las decisiones han de ser fulminantes e inesperadas ordené a la compañía de jóvenes arqueros que se hallaba acantonada en la ciudad que hiciera una salida con intención de atacar por sorpresa a la compañía de avezados arqueros incas que amenazaban las puertas de Esmirna, la indudable diferencia de preparación entre ambas fuerzas no dejaba dudas sobre el resultado final del combate, nuestros valientes muchachos fueron finalmente derrotados pero antes de caer el arrojo y la osadía que demostraron en la lucha, como corresponde a unos bizantinos de honor, diezmaron de tal manera las filas enemigas que estas perdieron totalmente su capacidad combativa. Loor y Gloria a los Valientes, gracias a su supremo sacrificio el objetivo de la maniobra se había logrado. Los restos de la compañía de arqueros de élite incas se retiraron de las puertas de Esmirna. Una compañía de guerreros y otra compañía de arqueros incas que venían con intención de reforzar a las tropas de élite tomaron su relevo ante las puertas de la ciudad, de la cual partió una lluvia de proyectiles lanzados por las catapultas que habíamos construído con toda rapidez, a pesar de ser su primera experiencia de lucha el resultado fue espectacular, la compañía de guerreros incas quedó seriamente dañada y los lanceros que defendían Esmirna se prepararon con más esperanza para recibir el previsible ataque que se produciría. Por su parte, una compañía de guerreros árabes que merodeaba por los bosques en las cercanías de Trebisonda fue sorprendida por un ala de nuestros jinetes que los fulminó.

Los guerreros de Inca que amenazaban Esmirna, poco convencidos de sus posibilidades de éxito y armados con la cobardía que les es propia desistieron de atacar la ciudad y corrieron a refugiarse con sus arqueros de élite, por el contrario los arqueros que con ellos habían llegado se decidieron a presentar combate e intentaron asaltar la ciudad, fueron destruidos por la acción combinada de nuestras catapultas y nuestros lanceros. Embravecidos por la victoria nuestras tropas de Esmirna salieron de la ciudad dispuestas a perseguir a los enemigos huidos para encontrarse con que ya el ala de jinetes que había combatido con los árabes en los bosques de Trebisonda los había atacado y acabado con los guerreros. En Adrianópolis fue reclutada una nueva ala de jinetes que partió inmediatamente hacia la zona donde se estaban desarrollando estos hechos. El Pueblo de Constantinopla enfervorizado por las noticias que llegaban del este salió a las calles y se ofreció a trabajar en el Palacio de la Capital. En el oeste, a pesar de mis reservas, los colonos que habían sido enviados hacia allí fundan la ciudad de Calchedón donde, con intención de entretenerlos en algo, indico que se construya un templo. El ala de jinetes que había demostrado tanta pericia combatiendo a los guerreros árabes e incas atacó finalmente a los arqueros incas de élite huidos que quedaban por las llanuras que preceden al gran Desierto del Este y los exterminó, retrasándose después, para ser condecorados por su valor, a la zona de Esmirna hacia donde se estaban replegando también las compañías de catapultas y lanceros. De Varna sale otra ala de jinetes recien entrenados con destino a la frontera del este, su camino sería entonces menos dificultoso pues la calzada a Trebisonda estaba terminada, por ella habrían de llegar también más jinetes de refuerzo desde Constantinopla. En Cesarea se concluyen los trabajos del templo, propongo a sus Notables que construyan un puerto para aprovechar su privilegiada situación costera. Los jinetes que habían llegado desde Adrianópolis midieron sus fuerzas con una compañía de guerreros árabes que se había acercado demasiado a Trebisonda derrotándolos sin esfuerzo.

Un nuevo contingente de tropas incas, guerreros y arqueros, se acercaban a la frontera este, combinados y, seguramente, apoyados por más guerreros árabes. Ordené a nuestras compañías de jinetes más avanzados que mantuviesen sus posiciones y aprovechasen para hacer acopio de fuerzas, pues habrían de necesitarlas para la lucha que se avecinaba. Con ellos, más los refuerzos que llegaron del centro del Imperio, la guarnición de lanceros y la compañía de catapultas que hice salir de Esmirna me dispuse a presentar batalla a los ejercitos enemigos en la frontera. Allí tuvo lugar la gran batalla, llamada de las Dos Puertas, en la que compramos con sangre roja y caliente el derecho a ser los únicos amos de nuestro Destino. Todos los enemigos fueron derrotados por la fé que nuestros hermanos, en pié y dispuestos a no morir sin lucha, pusieron en el amor a Bizancio de legendaria historia. Tras el más duro trance que un ser humano puede afrontar, la lucha por la permanencia de su modo de vida, nuestros soldados saborearon por fin el sabor agridulce de la Copa de la Victoria y no pude ni quise contenerlos, sino que me uní a ellos en un grito unánime... ¡Hacia Incania!

De manera escalonada nuestro victorioso ejército comenzó el avance por el desierto en dirección a las Tierras de los Incas. No os aburriré, Ilustres Padres, con el relato de la travesía por las duras arenas ni la descripción del formidable espectáculo de las columnas en marcha con sus empenachados yelmos encarnados, sabed únicamente que íbamos ebrios de victoria con la convicción absoluta en nuestra invencibilidad, abriendo camino a los refuerzos que nos seguían. Durante la marcha recibí al emisario de los Egipcios que traía una propuesta tan disparatada que él mismo, al ver a nuestros hombres, sintió tanta vergüenza que sus palabras no acertaban a salir de su boca y logró apenas balbucear que su pueblo nos exigía el Código de Leyes. El sonido de mis carcajadas debió de oirse en la propia Tebas, lo eché de mi tienda sin mayores ceremonias y ordené que su persona fuera respetada mientras estuviera con nosotros, pues no conviene insultar a la Divinidad violando la dignidad de un heraldo. En el mar de arena nos salieron al paso algunas tropas enemigas que, sin duda, desconocedoras del resultado de la reciente batalla se dirigían hacia nuestra frontera con intención de reforzar a quienes allí habían encontrado su fin. Junto al río que cruza el desierto llegaron mensajeros de Bizancio que informaron de que la calzada a Esmirna estaba terminada y que los obreros que la habían concluído junto con otros de la misma Esmirna comenzaban a pavimentar el tramo que comunicaría los bosques de moreras, donde vive el gusano de seda, con la Capital. También informaron que la madera de los bosques talados cerca de Cesarea aceleraría el inminente final de las obras de construcción de su puerto, recomendé que allí se edificara una biblioteca para preservar el conocimiento presente y futuro.

Cuando ya nos acercabamos a la frontera inca, unos legados venidos desde su capital pidieron audiencia, les fue concedida, traían una proposición: La Paz. Como bien sabéis, Nobles Patricios, nadie ama más la paz que el hombre que vive la guerra, no obstante, en esta ocasión tras todos los esfuerzos que habíamos hecho, las penurias y temores pasados, viendo la moral de nuestros hombres y escuchando lo que mi propio corazón me decía resolví declinar la oferta, atacar a los Incas en su misma tierra y llevar el miedo, que nosotros habíamos padecido, a sus propias casas. Si obré correctamente o no, el futuro lo ha de juzgar.

Dividí, pues, el ejército, y yo con el grueso de las tropas marché hacia la ciudad inca de impronunciable nombre, Corihuayrachina; mientras a una compañía de jinetes la envié hacia otra ciudad que se encuentra más al norte con intención de que su presencia en la zona distrajese a parte del enemigo. Poco antes de llegar a Corihuayrachina recibí noticias que indicaban la presencia de algunos árabes que se acercaban a nosotros, pero resuelto como estaba a atacar no tomé otra precaución que tenerlos vigilados. Me planté ante la ciudad y destaqué hacia el norte de la misma una compañía de jinetes para neutralizar a unos arqueros que se dirigían hacia ella con intención de reforzar sus defensas. Los Incas hicieron una salida por unas puertas laterales de la ciudad y atacaron a unos jinetes nuestros provocándonos graves bajas y quedando ellos maltrechos... intentaban conmigo la misma estrategia que yo había seguido con ellos en Esmirna, pero nuestros hombres, Estimados Padres, son los mejores que un general puede tener a su disposición. Los jinetes que habían ido a enfrentarse con los arqueros al norte de la ciudad de Corihuayrachina cumplieron con creces su misión, destrozaron al enemigo y se posicionaron al este de la ciudad para obstaculizar la llegada de refuerzos desde el interior de Incania. Como los incas que habían salido de la ciudad quedaban a mi espalda esperé, para iniciar el asalto, a que la compañia de catapultas los destrozara con sus proyectiles y que los lanceros que venían un poco mas rezagados que las compañías de jinetes, y aún no habían llegado hasta nosotros, acabaran con ellos. Mientras tanto, desde la ciudad, los incas atacaron nuestras posiciones pero fueron rechazados con terribles bajas, ese era el momento... ordené a todos nuestros jinetes que lanzasen un ataque frontal contra la ciudad, en el inicio del asalto el resultado fue incierto durante algun tiempo pues las primeras compañías que llevaron el ataque fueron rechazadas teniéndose que retirar muy dañadas, no sin antes provocar también por su parte graves daños a los defensores, daños que a la postre fueron definitivos, pues en un último esfuerzo de nuestros hombres la defensa fue abatida y la ciudad vino a nuestras manos... ¡Corihuayrachina había caído!

Dado que era evidente la presencia de algunos focos de resistencia en las calles de la ciudad ordené que una compañía de jinetes que aún tenía capacidad operativa de movimiento entrase en ella para ayudar, en la lucha contra la resistencia, a la que la había tomado. Como también fui informado de la llegada de algunas tropas incas, tras haber conseguido más de lo que en un principio esperaba cuando comenzamos nuestra marcha hacia la Tierra Inca y haber hecho una demostración a nuestros ememigos de que con el honor de Bizancio no se juega tome la decisión de iniciar negociaciones de paz. Reunido con los plenipotenciarios que el Inca Pachacutec había enviado decididimos cesar las hostilidades compartiendo los incas con nosotros sus investigaciones sobre la Monarquía y nosotros con ellos las nuestras sobre los códigos de leyes, asimismo les rogué que nos compensaran por los esfuerzos que habíamos tenido que realizar con 3 talentos de oro que disponían en las arcas de su tesoro, a lo que accedieron. Firmada la paz, los resistentes de la ciudad, desmoralizados, depusieron sus armas y yo con el resto de las tropas tomé posesión de ella en nombre de Bizancio y la rebauticé como Corizaicos en recuerdo del movimiento de los penachos de nuestros cascos al avanzar por el desierto.

En Corizaicos recibí a los emisarios árabes y tras nuestra demostración de fuerza les exigí, y aceptaron, la paz más el pago de 48 talentos de oro como tributo. Recibí también a embajadores de los egipcios y los eeuuanos con los que acordé entregar nuestros conocimientos de Leyes a los primeros por 65 talentos de oro y nuestros conocimientos del Alfabeto a los segundos a cambio de 60 talentos de oro. Allí también fui informado de que, durante los últimos combates contra los incas, nuestros sabios habían descubierto los secretos de la Moneda y habían comenzado a estudiar la Construcción de grandes edificios, por lo que pensé en reducir ligeramente los gastos de nuestros investigadores y aumentar un poco los lujos de nuestro pueblo que lo merecía por la abnegación que había demostrado en los tiempos de guerra. Asimismo me enteré que en Nicaea se había terminado un cuartel y se había comenzado a instruir lanceros, finalmente, que tras la toma de Corizaicos unos colonos habían salido desde Constantinopla dirigiéndose hacia la desembocadura del rio del desierto, llamado ahora Rio Salado, con intención de fundar una ciudad.

Pasé algún tiempo en Corizaicos revisando las tropas, preocupado por si hubiese algún ataque traicionero por parte de alguno de nuestros enemigos, pero no fue así y todo estuvo tranquilo, se me informó que Varna, Adrianópolis y Nicaea habían alistado más tropas para nuestro Imperio y que se había terminado la calzada para transportar las gemas de la montaña de Cesarea. Aproximándose la conclusión del Mandato que Vuestras Ilustres Personas me habiáis encomendado partí hacia el centro del Imperio para entregar la Sagrada Vara a mi sucesor, por el camino encontré a los osados colonos que estaban ya junto al Río Salado, llamado ahora así por el sabor salobre de la sangre que bajaba mezclada sus aguas tras la toma de Corizaicos. Fundarían la ciudad de Sardica.

Esta misma mañana, cuando mis ojos se posaron sobre la bella y elegante forma de la biblioteca recién acabada de la Sagrada Constantinopla, no pude menos que pensar que lo hecho había merecido la pena y no pude retener una leve sonrisa al pensar que mi nombre aparecería algún día en alguno de sus libros asociado a otro aún más amado por mí, el nombre del IMPERIO DE LOS BIZANTINOS.

Esto es todo. Salud.

[Carloquillo]

Corizaicos

[Carloquillo]

El paso del desierto

[Carloquillo]

El Imperio

[jasev]

Magnífico Carloquillo, un gran trabajo

Ahora, hay que ir por los aztecas para arrebatarles su hierro.

Es el turno de Samuel.

[Kane Mitchells]

Excelente trabajo, senador. Gracias a vuestra presteza en el liderazgo de los ejércitos, ahora el imperio es más grande que nunca y el resto de civilizaciones conoce nuestro poder.

Corizaicos será recordada en los libros de historia y vuestro nombre junto a ella, como la primera ciudad tomada por las tropas Bizantinas.

Salve!

[SAMUEL2904]

Samuel entra a la oficina sagrada del lider bizantino.

Observa alrededor, hace llamar a Monica, y una vez que ella ha tomado su posición empieza a analizar la situación.

De repente entra su consejero de desarrollo industrial, exclamando... ¡¡¡¡SON MAMADAS!!!!

Samuel sonrie diciendo, "Bueno, si, pero tenía que relajarme y ya sabes, Clinton me la recomendo, y..."

"No señor, observe esto", interrumpe el consejero, enseñandole el mapa de la civilización bizantina.

"¡¡¡¡¡NO PUEDE SER!!!!" Iracundo exclama el lider bizantino, mientras se levanta de su silla.

"Es enorme", tercia Monica.

"Asi es" continua Samuel "el daño es enorme".
"¿Como puede ser posible que alguno de mis antecesores se pusiese a hacer granjas como loco?, y ademas ¡¡¡¡que tuviera en automatico a los trabajadore!!!!"

"Hemos perdido una cantidad inmensa de trabajo, que bien pudo ser capitalizada en escudos, hombres y mejoras para nuestro imperio, ¡¡¡son mamadas!!!".

"mmm¿¿Mmndde??" Medio expreso Monica.

"Callate y sigue en lo que estabas, parece ser que a alguno se le olvido los principios fundamentales de la tierra civilizesca, en un principio, todos los escudos son fundamentales, y si bien es cierto que lo mejor sería que nuestras ciudades crecieran a una buena tasa, el gobierno llamado Despotismo, disminuye 1 escudo, y 1 comida a todas aquellas tierras que ya produzcan más de una"

"Por lo que, si en un grassland, con comida 2, producimos una granja, en vez de aumentar a 3, seguiremos en 2 hasta que cambiemos de gobierno, y hemos perdido ahi, el trabajo de workers, que bien pudo ser ocupado en otros lados, y aparte, esta el costo de los escudos que no se ocuparon, por lo que si vemos el mapa hemos dejado de ganar muchos escudos, puesto que hemos hechos granjas a lo gue..no, ni modo veamos si graficado lo entiendes mejor, consejero..."

Grassland     Normal     Granja     Mina

Food             2          2          2
Shield           0          0          1
Luxury           1          1          1

Bonus Gras.   Normal     Granja     Mina

Food             2          2          2
Shield           1          1          2
Luxury           1          1          1

"AAAAAhhhhhhhhhhhh, creo que he terminado, parece que manche el mapa, bueno parece un mensaje de nuestros dioses, nos tendremos que correr al territorio azteca, preparen los caballos"

Epilogo. La invasión a Aztecalandia esta lista, hay tres grupos de jinetes, listos para entrar en acción. Yo atacaría tan pronto como las tres ciudades objetivos tengan población de 2 o ya tengan cultura, para no destruirlas ni gastar escudos en settlers.

Saludos.

[SAMUEL2904]

Por cierto, 10 turnos fue muy poquito

No cambie de gobierno, aunque ya tenemos Feudalismo y monarquia.

Deje la construcción del gran faro, para despues cambiarla por Leonardo.

Suerte al proximo lider.

[Bragelonne]

Muy buena Carloquilo

Ah por cierto, se me escaparon un par de workers que por accidente dejé en automático... Se ve que Carloquillo estaba demasiado ocupado conquistando nuevas tierras como para reorganizar a nuestros workers. Así que no se hable más de ello, que el daño no fue tan grande, eh!

Y no tuve tiempo de felicitar a Carlo, por todo el magnífico trabajo que ha hecho... El imperio supera las expectativas del Destino Manifiesto; supongo (y espero) que los aztecas serán aplastados dentro de poco.

PASAD A MONARQUÍA.

Recomindo votación para ver si queréis más que pasemos a Monarquía o a República.

[Kane Mitchells]

Yo estoy de acuerdo en pasar a Monarquia, como transición hasta que tengamos una economía sólida con abundantes mercados, puertos y bancos.

[Burroman]

He bajado el archivo para curiosear.
Cambio de gobierno.Monarquia o feudalismo?