* Matrícula del Jugador: Ya la busco y la pego
* NOMBRE DEL JUGADOR: Squalido
* Puntuación: 320
* Tipo de Victoria: n/a
* Turno/Año de consecución: n/a
-Población: 80
-Territorio: 57
-Tecnología: 119
-Maravillas: 64
No iba a participar, pero de repente me dieron ganas de jugar al civ y me he jugado los 120 turnos en una sola sesión. No hubo simulaciones, ni siquiera hice dibujitos con Paint para decidir la posición de las ciudades. Así que he jugado guiado con la pura intuición, aunque por tener meses sin iniciar una partida he estado un poco fuera de base.
La situación es bastante difícil, con un territorio en el que sólo se puede fundar alejándose de la capital, lo que implica mayores costos de mantenimiento y difuculta un poco la administración de trabajadores y demás unidades.
Los pobres ciudadanos árabes sufrieron mucho con los primeros años de nuestro imperio, en los que el sacrificio fue necesario para mantener una buena productividad en las primeras ciudades. Hubo mucha suerte que apareciera una fuente de cobre dentro de los márgenes de la primera ciudad, porque de no ser así la cosa hubiera estado algo más difícil.
Conseguimos construir la Stonehenge y luego el gran faro (muy bueno en estos casos). Con un Gran profeta que nació nos hicimos con la teología y un religión: El cristianismo.
De haber podido jugar un turno más los puntos se habrían incrementado en aproximadamente 15 unidades porque se terminaba una tecnología y crecían dos ciudades.
Los vecinos (aunque aún no descubro sus territorios) me superan en muchos aspectos. El objetivo será proseguir con la expansión hasta donde se pueda. La moneda será necesaria para que la economía no se resienta demasiado.
* NOMBRE DEL JUGADOR: Squalido
* Puntuación: 320
* Tipo de Victoria: n/a
* Turno/Año de consecución: n/a
-Población: 80
-Territorio: 57
-Tecnología: 119
-Maravillas: 64
No iba a participar, pero de repente me dieron ganas de jugar al civ y me he jugado los 120 turnos en una sola sesión. No hubo simulaciones, ni siquiera hice dibujitos con Paint para decidir la posición de las ciudades. Así que he jugado guiado con la pura intuición, aunque por tener meses sin iniciar una partida he estado un poco fuera de base.
La situación es bastante difícil, con un territorio en el que sólo se puede fundar alejándose de la capital, lo que implica mayores costos de mantenimiento y difuculta un poco la administración de trabajadores y demás unidades.
Los pobres ciudadanos árabes sufrieron mucho con los primeros años de nuestro imperio, en los que el sacrificio fue necesario para mantener una buena productividad en las primeras ciudades. Hubo mucha suerte que apareciera una fuente de cobre dentro de los márgenes de la primera ciudad, porque de no ser así la cosa hubiera estado algo más difícil.
Conseguimos construir la Stonehenge y luego el gran faro (muy bueno en estos casos). Con un Gran profeta que nació nos hicimos con la teología y un religión: El cristianismo.
De haber podido jugar un turno más los puntos se habrían incrementado en aproximadamente 15 unidades porque se terminaba una tecnología y crecían dos ciudades.
Los vecinos (aunque aún no descubro sus territorios) me superan en muchos aspectos. El objetivo será proseguir con la expansión hasta donde se pueda. La moneda será necesaria para que la economía no se resienta demasiado.
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