Estrato de noticias del diario Huf al sudar…
Sorpresivo ofrecimiento de Paz
Pese al extraordinario triunfo de las fuerzas árabes en la batalla de Khurasan el líder de nuestra nación ofreció paz a Horemheb, presidente egipcio.
En conferencia de prensa el presidente Al-Nāsir Salāh ad-Dīn Yūsuf ibn Ayyūb, más conocido como Saldino, sorprendió a propios y extraños con un ofrecimiento de paz a nuestro enemigos.
“Hoy le he enviado un pedido de paz al líder Horemheb”, empezó diciendo el imponente líder.
– Pero, ¿cómo se entiende esta determinación luego del aplastante triunfo de nuestras tropas en la batalla de Khurasan? –indagó la periodista de este matutino reflejando la inquietud de todos los presentes y de una nación entera.
– Es cierto que el triunfo ha sido aplastante –comenzó a explicar pausada y paternalmente Saladino– Hemos eliminado todas las unidades que pretendían conquistar Khurasan, no hemos dejado una sola con vida y las bajas nacionales han sido mínimas. La estrategia funcionó de maravillas: permitimos el acercamiento enemigo hasta nuestras fronteras, haciéndole creer que la lejanía de esta querida ciudad no nos permitiría defenderla ante una pila invasora; sin embargo teníamos apostado en las inmediaciones barcos con la necesaria fuerza de choque listas para entrar en acción para asestar el golpe, ni siquiera hizo falta lanzar los misiles que teníamos en la zona…
– Pero eso no explica el pedido de paz –interrumpió irreverente un joven periodista.
A Al-Nāsir Salāh ad-Dīn Yūsuf ibn Ayyūb pareció no incomodarle la interrupción.
– Lo que intento decir –continuó– es que este mundo está demasiado convulsionado para continuar una guerra. Entiendo que muchos compatriotas quieran seguir con ella, entiendo que este puede ser un momento clave para contraatacar, sin embargo debo mirar todo el panorama de este convulsionado mundo, no solo la coyuntura de la guerra Árabe-Egipcia. Si seguimos con esta contienda podremos ganar ahora, pero perderemos a futuro. Hay otro males de que preocuparse... Antes de finalizar quiero dejar en claro que esta propuesta de paz no se volverá a repetir, si el líder egipcio la rechaza no haremos una nueva y no tendremos misericordia. Espero que acepte, espero que vea nuestra enorme generosidad, por el bien futuro de nuestros pueblos.
Sin agregar más nada Saladino dio media vuelta y se retiró ignorando la catarata de preguntas de los trabajadores de prensa.
Sorpresivo ofrecimiento de Paz
Pese al extraordinario triunfo de las fuerzas árabes en la batalla de Khurasan el líder de nuestra nación ofreció paz a Horemheb, presidente egipcio.
En conferencia de prensa el presidente Al-Nāsir Salāh ad-Dīn Yūsuf ibn Ayyūb, más conocido como Saldino, sorprendió a propios y extraños con un ofrecimiento de paz a nuestro enemigos.
“Hoy le he enviado un pedido de paz al líder Horemheb”, empezó diciendo el imponente líder.
– Pero, ¿cómo se entiende esta determinación luego del aplastante triunfo de nuestras tropas en la batalla de Khurasan? –indagó la periodista de este matutino reflejando la inquietud de todos los presentes y de una nación entera.
– Es cierto que el triunfo ha sido aplastante –comenzó a explicar pausada y paternalmente Saladino– Hemos eliminado todas las unidades que pretendían conquistar Khurasan, no hemos dejado una sola con vida y las bajas nacionales han sido mínimas. La estrategia funcionó de maravillas: permitimos el acercamiento enemigo hasta nuestras fronteras, haciéndole creer que la lejanía de esta querida ciudad no nos permitiría defenderla ante una pila invasora; sin embargo teníamos apostado en las inmediaciones barcos con la necesaria fuerza de choque listas para entrar en acción para asestar el golpe, ni siquiera hizo falta lanzar los misiles que teníamos en la zona…
– Pero eso no explica el pedido de paz –interrumpió irreverente un joven periodista.
A Al-Nāsir Salāh ad-Dīn Yūsuf ibn Ayyūb pareció no incomodarle la interrupción.
– Lo que intento decir –continuó– es que este mundo está demasiado convulsionado para continuar una guerra. Entiendo que muchos compatriotas quieran seguir con ella, entiendo que este puede ser un momento clave para contraatacar, sin embargo debo mirar todo el panorama de este convulsionado mundo, no solo la coyuntura de la guerra Árabe-Egipcia. Si seguimos con esta contienda podremos ganar ahora, pero perderemos a futuro. Hay otro males de que preocuparse... Antes de finalizar quiero dejar en claro que esta propuesta de paz no se volverá a repetir, si el líder egipcio la rechaza no haremos una nueva y no tendremos misericordia. Espero que acepte, espero que vea nuestra enorme generosidad, por el bien futuro de nuestros pueblos.
Sin agregar más nada Saladino dio media vuelta y se retiró ignorando la catarata de preguntas de los trabajadores de prensa.
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