Estimados miembros de los miembros del foro, especialmente los habitantes de la orilla Oeste del mar océano, en concreto las criaturas que pueblan las inmediaciones del RÃo de la Plata:
El comandante Máximo, a las órdenes de la siempre ilustre Corona (MartÃn se bebió unas cuantas de éstas...), emprende un nuevo viaje de esplendor hacia las tierras del Nuevo Mundo. Una expedición de un solo hombre ignorará nuevamente los peligros que acechan más allá de la Torre de Hércules para glorificar el nombre de sus majestades los católicos reyes y la menos católica princesa de Asturias.
Cuentan en las tabernas del puerto que el comandante planea arrojar por la borda los estandartes de su nación en medio de la singladura y perder el contacto con el mundo civilizado en brazos de una princesa india a la que ya paseó por las viejas calles de Europa. Dicen algunos de los gobernadores del Nuevo Mundo que también se les vio de la mano en idÃlicos parajes del cono Sur... Sea como fuere, el Comandante Máximo expresa su disposición a jugarse nuevamente los botines obtenidos a través de la usura y el comercio pernicioso en las bodegas argentinas con sus viejos colegas, viciosos lobos de mar dados a la bebdia y la conversación subida de tono, de los que el marino guarda tan buen recuerdo.
Es decir, vuelvo a Buenos Aires este lunes por tres semanas. Si alguien quiere repetir el encuentro y arrojar luz sobre los demás miembros de este oscuro foro, estaré encantadÃsimo. Esta vez prometo quedarme hasta el final. Tristemente, en esta ocasión no tendré Internet en casa (los que llaman "computadora" al "ordenador" sufren más averÃas...), pero estaré pendiente.
AnÃmense, porteños civeros, serÃa un placer volver a charlar de todo con ustedes y todos los que se sumen.
El comandante Máximo, a las órdenes de la siempre ilustre Corona (MartÃn se bebió unas cuantas de éstas...), emprende un nuevo viaje de esplendor hacia las tierras del Nuevo Mundo. Una expedición de un solo hombre ignorará nuevamente los peligros que acechan más allá de la Torre de Hércules para glorificar el nombre de sus majestades los católicos reyes y la menos católica princesa de Asturias.
Cuentan en las tabernas del puerto que el comandante planea arrojar por la borda los estandartes de su nación en medio de la singladura y perder el contacto con el mundo civilizado en brazos de una princesa india a la que ya paseó por las viejas calles de Europa. Dicen algunos de los gobernadores del Nuevo Mundo que también se les vio de la mano en idÃlicos parajes del cono Sur... Sea como fuere, el Comandante Máximo expresa su disposición a jugarse nuevamente los botines obtenidos a través de la usura y el comercio pernicioso en las bodegas argentinas con sus viejos colegas, viciosos lobos de mar dados a la bebdia y la conversación subida de tono, de los que el marino guarda tan buen recuerdo.
Es decir, vuelvo a Buenos Aires este lunes por tres semanas. Si alguien quiere repetir el encuentro y arrojar luz sobre los demás miembros de este oscuro foro, estaré encantadÃsimo. Esta vez prometo quedarme hasta el final. Tristemente, en esta ocasión no tendré Internet en casa (los que llaman "computadora" al "ordenador" sufren más averÃas...), pero estaré pendiente.
AnÃmense, porteños civeros, serÃa un placer volver a charlar de todo con ustedes y todos los que se sumen.
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