La partida la tomé en el turno 200 y pico, la venía manejando Dami pero no pudo seguir, parecía todo muy beneficioso pero en realidad la situación a corto plazo no era muy alentadora; había enojo y poderosos enemigo alrededor de Holanda.
Pese a lo que dice Vicente, de que la partida estaba ganada por Holanda desde hace mucho, hubo un momento en donde me preocupé por la supervivencia del imperio, pensé que terminaría avsallado o eliminado, de verdad.
Alrededor del turno 200 y pico se estaba dando una guerra contra los Vikingos aprovechando un “vericueto” legal en la firma de unos NAPs con otros vecinos, lo que dejó solo al líder de cuernos, pero eso es otra historia. La cuestión es que Thor atacó con mucha furia y un poderosísimo ejército ni bien finalizó el acuerdo, los Estados Unidos de Astro también atacaron a mí imperio y a Corea dirigida por Mila. Thor tenía una producción de martillos que doblaba la de Holanda y además poseía un gran ejército; para colmo el Vikingo no había muerto, se había parapetado en su capital con poderosas unidades del otro lado del mundo, esto significaba, por un lado tener casi todo mi ejército a muchos turnos de donde atacaba Thor, pero además significaba que el Vikingo seguiría vivo y todas sus ex ciudades no sería productivas y generaría resistencia.
Thor tomó ciudades claves, primero 2 y luego 2 más. Hasta se acercó a la capital. Entonces empezamos el contragolpe junto con Mila. Fue una gran defensa la que hicimos en conjunto durante muchos turnos, tuvimos que jugar casi todas las veces coordinados para poder defender del brutal ataque, al que se le sumaba el de Astro. Thor cometió el error de dividir su ejército desesperado por ayudar a su amigo Ragnar y tal vez confiado en su superioridad. Eso nos permitió destruirle gran parte de su ejército y recuperar 2 de las ciudades que había capturado. Sin embargo el estaba fresco, sin hastío bélico, sin sacrificios en sus ciudades y su producción seguí siendo brutal. En pocos turnos pudo rehacer todas sus tropas. Yo mientras tanto había entrado en una marcada decadencia. No producía martillos, la mayoría de las ciudades eran de ciencia, había miles de útiles villas para crecer pero inútiles para una guerra tan prolongada, los fusileros salía por reclutamientos y muchos de los Cañones por sacrificios, este sistema estaba en su límite, la infelicidad era muy grande, estaba 5º en todas las estadísticas y ya no podía soportar nuevos embates. Necesitaba la paz, como sea necesitaba paz. Tenía que cambiar todas la base productiva del imperio, construir los Dijk (para mí le mejor edificio único del juego, impresionantes, transforma a cualquier ciudad en productiva, más que nada esas que son costeras y que no producían 1 sólo martillo), miles de kilómetros de ferrocarriles, etc.
Miren estas imágenes, miren lo necesaria de la paz. Eran un desastre todas las estadísticas. De haber seguido la guerra los holandeses hubiéramos desaparecido. Era insostenible la situación. Último en todas las estadísticas.
Catalina, Rusia, Towers, estaba creciendo mucho en su poder militar aprovechando su “neutralidad” en los conflictos, entonces, empecé a negociar con Thor que estaba en una situación geográfica muy mala, era el jamón del sándwich, estaba en el medio de los rusos y los holandeses. Thor lo sabía muy bien, no podía estar mal con ambos imperios a la vez por más que Holanda estuviese debilitada. Towers era duro en las negociaciones y supongo que nunca le dio el NAP necesario para que Thor pudiese acabarme, creo que esperaba para golpear y eso un jugador experimentado como Thor lo intuía. Así que machaque en esa idea y le prometí todo tipo de recursos para que su corporación (Mining) pudiese funcionar, además le ofrecí un NAP y todo los necesario para que vaya contra los rusos.
Finalmente llegó la paz. Desde entonces no hice otra cosa de buildear, no saqué una sola unidad en 40 y pico de turnos, ni una. Sólo me dediqué a cambiar la base de producción del imperio. Construí Dijk en todas las ciudades, adopté Sufragio universal (todas las ciudades de ciencia se transformaron en productivas, en las casillas en donde no había un solo martillo ahora había 2, 1 por el Pueblo y otro por ser una casilla con río), además elegí propiedad estatal que no sólo aumentaba la producción sino que venía ideal para ahorrar mucho dinero en un imperio tan expandido. Recién 50 turnos después estaba recuperado, produciendo, investigando y era otra vez fuerte. Sólo quedaba una piedra en mi zapato: El vikingo. Necesitaba que desaparezca para que finalmente las ex ciudades de él sean productivas y que no me coma con la cultura de su capital. No fue sencillo que Thor accediera a que yo elimine a Ragnar, pese a que estaba muy ocupado en su guerra, pasaron los turnos y las negociaciones y los incas sabían que el aporte holandés a su campaña bélica era importante, y mi amistad también por lo que finalmente tuvo que ceder y padecer la muerte de su amigo. Con los vikingo eliminados, Mila como mi amigo pero padeciendo la cultura de mis ciudades sobre las suyas, los rusos, incas y americanos en guerra solo tenía que esforzarme por mantener ese liderazgo que se iba a esa altura afianzando.
Por las dudas me guardé un As en la manga, construí El Cristo redentor y sobrepasé en espionaje a mis adversarios. Estaba preparado para inutilizar por decenas de turnos con cambios de principios, toda la partida de ser necesario. No solo podía inutilizar a sus poderosas corporaciones, sino que podría haberlos dejado con principios prehistóricos que hubiesen hundido sus imperios en infelicidad, insalubridad y desfinanciación. Pero finalmente no hizo falta. Seguí ayudando a los incas y los americanos con lo justo y necesario, no más, desde la neutralidad y un poquito a los rusos cuando hacía falta (algún recurso o tech).
Ya en el tramo final también podría haber atacado a cualquiera de mis vecinos sin problemas, tantos años de paz me había dejado muy sólido y a ellos un poco débiles. Pero lo consideraba una especie de traición, además la “neutralidad” asumida me daba mucha tranquilidad y a esa altura era casi imposible que alguien construya su nave antes que la mía.
Entre en mi tercera edad de oro, (de 12 turnos) y con paciencia pre construí todas las piezas de la nave, finalmente, un turno después de lanzarla, llegó la victoria diplomática.
Pese a lo que dice Vicente, de que la partida estaba ganada por Holanda desde hace mucho, hubo un momento en donde me preocupé por la supervivencia del imperio, pensé que terminaría avsallado o eliminado, de verdad.
Alrededor del turno 200 y pico se estaba dando una guerra contra los Vikingos aprovechando un “vericueto” legal en la firma de unos NAPs con otros vecinos, lo que dejó solo al líder de cuernos, pero eso es otra historia. La cuestión es que Thor atacó con mucha furia y un poderosísimo ejército ni bien finalizó el acuerdo, los Estados Unidos de Astro también atacaron a mí imperio y a Corea dirigida por Mila. Thor tenía una producción de martillos que doblaba la de Holanda y además poseía un gran ejército; para colmo el Vikingo no había muerto, se había parapetado en su capital con poderosas unidades del otro lado del mundo, esto significaba, por un lado tener casi todo mi ejército a muchos turnos de donde atacaba Thor, pero además significaba que el Vikingo seguiría vivo y todas sus ex ciudades no sería productivas y generaría resistencia.
Thor tomó ciudades claves, primero 2 y luego 2 más. Hasta se acercó a la capital. Entonces empezamos el contragolpe junto con Mila. Fue una gran defensa la que hicimos en conjunto durante muchos turnos, tuvimos que jugar casi todas las veces coordinados para poder defender del brutal ataque, al que se le sumaba el de Astro. Thor cometió el error de dividir su ejército desesperado por ayudar a su amigo Ragnar y tal vez confiado en su superioridad. Eso nos permitió destruirle gran parte de su ejército y recuperar 2 de las ciudades que había capturado. Sin embargo el estaba fresco, sin hastío bélico, sin sacrificios en sus ciudades y su producción seguí siendo brutal. En pocos turnos pudo rehacer todas sus tropas. Yo mientras tanto había entrado en una marcada decadencia. No producía martillos, la mayoría de las ciudades eran de ciencia, había miles de útiles villas para crecer pero inútiles para una guerra tan prolongada, los fusileros salía por reclutamientos y muchos de los Cañones por sacrificios, este sistema estaba en su límite, la infelicidad era muy grande, estaba 5º en todas las estadísticas y ya no podía soportar nuevos embates. Necesitaba la paz, como sea necesitaba paz. Tenía que cambiar todas la base productiva del imperio, construir los Dijk (para mí le mejor edificio único del juego, impresionantes, transforma a cualquier ciudad en productiva, más que nada esas que son costeras y que no producían 1 sólo martillo), miles de kilómetros de ferrocarriles, etc.
Miren estas imágenes, miren lo necesaria de la paz. Eran un desastre todas las estadísticas. De haber seguido la guerra los holandeses hubiéramos desaparecido. Era insostenible la situación. Último en todas las estadísticas.
Catalina, Rusia, Towers, estaba creciendo mucho en su poder militar aprovechando su “neutralidad” en los conflictos, entonces, empecé a negociar con Thor que estaba en una situación geográfica muy mala, era el jamón del sándwich, estaba en el medio de los rusos y los holandeses. Thor lo sabía muy bien, no podía estar mal con ambos imperios a la vez por más que Holanda estuviese debilitada. Towers era duro en las negociaciones y supongo que nunca le dio el NAP necesario para que Thor pudiese acabarme, creo que esperaba para golpear y eso un jugador experimentado como Thor lo intuía. Así que machaque en esa idea y le prometí todo tipo de recursos para que su corporación (Mining) pudiese funcionar, además le ofrecí un NAP y todo los necesario para que vaya contra los rusos.
Finalmente llegó la paz. Desde entonces no hice otra cosa de buildear, no saqué una sola unidad en 40 y pico de turnos, ni una. Sólo me dediqué a cambiar la base de producción del imperio. Construí Dijk en todas las ciudades, adopté Sufragio universal (todas las ciudades de ciencia se transformaron en productivas, en las casillas en donde no había un solo martillo ahora había 2, 1 por el Pueblo y otro por ser una casilla con río), además elegí propiedad estatal que no sólo aumentaba la producción sino que venía ideal para ahorrar mucho dinero en un imperio tan expandido. Recién 50 turnos después estaba recuperado, produciendo, investigando y era otra vez fuerte. Sólo quedaba una piedra en mi zapato: El vikingo. Necesitaba que desaparezca para que finalmente las ex ciudades de él sean productivas y que no me coma con la cultura de su capital. No fue sencillo que Thor accediera a que yo elimine a Ragnar, pese a que estaba muy ocupado en su guerra, pasaron los turnos y las negociaciones y los incas sabían que el aporte holandés a su campaña bélica era importante, y mi amistad también por lo que finalmente tuvo que ceder y padecer la muerte de su amigo. Con los vikingo eliminados, Mila como mi amigo pero padeciendo la cultura de mis ciudades sobre las suyas, los rusos, incas y americanos en guerra solo tenía que esforzarme por mantener ese liderazgo que se iba a esa altura afianzando.
Por las dudas me guardé un As en la manga, construí El Cristo redentor y sobrepasé en espionaje a mis adversarios. Estaba preparado para inutilizar por decenas de turnos con cambios de principios, toda la partida de ser necesario. No solo podía inutilizar a sus poderosas corporaciones, sino que podría haberlos dejado con principios prehistóricos que hubiesen hundido sus imperios en infelicidad, insalubridad y desfinanciación. Pero finalmente no hizo falta. Seguí ayudando a los incas y los americanos con lo justo y necesario, no más, desde la neutralidad y un poquito a los rusos cuando hacía falta (algún recurso o tech).
Ya en el tramo final también podría haber atacado a cualquiera de mis vecinos sin problemas, tantos años de paz me había dejado muy sólido y a ellos un poco débiles. Pero lo consideraba una especie de traición, además la “neutralidad” asumida me daba mucha tranquilidad y a esa altura era casi imposible que alguien construya su nave antes que la mía.
Entre en mi tercera edad de oro, (de 12 turnos) y con paciencia pre construí todas las piezas de la nave, finalmente, un turno después de lanzarla, llegó la victoria diplomática.
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