Announcement

Collapse
No announcement yet.

Revolution in Chile, Government collapes!

Collapse
X
 
  • Filter
  • Time
  • Show
Clear All
new posts

  • #16
    Creo que a Allende le hubiera gustado más morir por la verdad, el pueblo, la justicia etc. que para un concepto tan patético, estéril y reaccionario como "la patria", menos aún en latín, lo cual, por lo menos para mí, siempre tiene una conotación de derecha, para no decir fach...

    Nou jard filings, ai joup.
    "The world is too small in Vorarlberg". Austrian ex-vice-chancellor Hubert Gorbach in a letter to Alistar [sic] Darling, looking for a job...
    "Let me break this down for you, fresh from algebra II. A 95% chance to win 5 times means a (95*5) chance to win = 475% chance to win." Wiglaf, Court jester or hayseed, you judge.

    Comment


    • #17
      menos aún en latín, lo cual, por lo menos para mí, siempre tiene una conotación de derecha, para no decir fach...

      La verdad, nunca se me hubiera ocurrido que el latín tuviera esa connotación
      "Son españoles... los que no pueden ser otra cosa" (Cánovas del Castillo)
      "España es un problema, Europa su solución" (Ortega y Gasset)
      The Spanish Civilization Site
      "Déjate llevar por la complejidad y cabalga sobre ella" - Niessuh, sabio cívico

      Comment


      • #18
        quizás... en todo caso, parece que justifica algo injustificable
        Israel = apartheid

        Comment


        • #19
          Muy buena Zcylen.
          Alguien debería preguntarle a ese gringo si su querido Bush tendría los c******** de morir por la democracia como hizo Allende.
          Desde luego nuestro miniführer en España seguro que no.


          [mode confident buen rollito para Arsen] ¿Porqué empleas la bandera de Aragón y no la de Catalunya en tu post?
          ¡Hazlo, o no lo hagas... pero no lo intentes!
          (El Maestro Yoda a Luke Skywalker en Dagobat - Star Wars V)

          Comment


          • #20
            Bueno, vivo muy cerca a Italia, el lugar donde nació el fachismo e hicieron demasiado uso de su tradición imperial. Pero también los fachistas austriacos (no los Nazi, nuestros proprios, que gobernaban antes) usaron mucho el latín (tenían buen contacto con Italia y la se caracterizaron "católico")
            No es por nada que un grupo de idiotas en mi colegio hicieron un periodico bastante derecho que llamaron "patria nostra"
            "The world is too small in Vorarlberg". Austrian ex-vice-chancellor Hubert Gorbach in a letter to Alistar [sic] Darling, looking for a job...
            "Let me break this down for you, fresh from algebra II. A 95% chance to win 5 times means a (95*5) chance to win = 475% chance to win." Wiglaf, Court jester or hayseed, you judge.

            Comment


            • #21
              Estoy de acuerdo con Werna.

              Comment


              • #22
                Lo que a mí me da susto.
                "The world is too small in Vorarlberg". Austrian ex-vice-chancellor Hubert Gorbach in a letter to Alistar [sic] Darling, looking for a job...
                "Let me break this down for you, fresh from algebra II. A 95% chance to win 5 times means a (95*5) chance to win = 475% chance to win." Wiglaf, Court jester or hayseed, you judge.

                Comment


                • #23
                  Allende, al suicidarse, mantuvo intacto la dignidad del cargo de Presidente de la República. Siendo Allende un ferviente admirador del ex Presidente Balmaceda, quien también cometió suicidió, este hecho se traduce en un legado para todos los presidentes de la República posteriores a él, además de mantener hasta el final sus ideales.

                  No creo que hablar de Patria este mal, cuando Allende fue uno de los presidentes más nacionalistas que tuvo Chile en el siglo XX.

                  Por otro lado, que este escrito en latín, en español, en chino o en klingon da lo mismo mientras cada uno tenga claro su significado que dista mucho de cualquier aproximación fascista que se le pueda dar.
                  >>> El cine se lee en dvdplay <<<

                  Comment


                  • #24
                    Originally posted by Arsen
                    El 11 de septiembre de 1714 las tropas catalanas fueron derrotadas por Felipe V, habiendo resistido heroicamente el asedio durante 3 meses en la ciudad de Barcelona

                    Desde entonces la cultura y lengua catalana no a gozado de sus derechos legítimos que merecía, llegando incluso a ser perseguida e ilegalizada.

                    El 11 de septiembre es la diada de Catalunya. Celebramos una derrota; pero que fue el inicio de una lucha contra la represion española.

                    Homenaje para catalunya tambien.

                    Lo suyo son flores, verdad?



                    El futuro pertenece a quienes creen en la belleza de sus sueños.
                    - Eleanor Roosevelt

                    Comment


                    • #25
                      Solo paso por aqui para unirme al momento de silencio y recuerdo por esto hechos tragicos que cambiaron la historia de Chile
                      South Atlantic Conflict v1.2 - Civ II Scenario
                      Iron Curtain v1.1 - Civ II Scenario

                      Comment


                      • #26
                        Gracias Academia
                        >>> El cine se lee en dvdplay <<<

                        Comment


                        • #27
                          Originally posted by academia
                          Solo paso por aqui para unirme al momento de silencio y recuerdo por esto hechos tragicos que cambiaron la historia de Chile
                          yo tambien

                          Comment


                          • #28
                            Gracias Ami

                            Bueno quiero compartir este artículo con ustedes. Apareció en el diario La Tercera hace pocos días. Su autor, Roberto Ampuero, es un reconocido escritor chileno ("Nuestros Años Verde Olivo", "Cita en el Azul Profundo", entre otras).
                            En 1973 el pertenecía al Partido Comunista, fue exiliado a Cuba, pero luego de un tiempo en la isla, y tras "una gran decepción de lo que pensé era un paraíso" se traslada a Suecia y Estados Unidos, respectivamente.
                            Hoy por hoy, Ampuero es considerado uno de los grandes nuevos escritores chilenos.

                            ----------------------------

                            Todos Matamos a Allende



                            "Brindo por su excelencia, el Presidente de la República, y por la lealtad de las Fuerzas Armadas a su gobierno", palabras escuchadas a Augusto Pinochet ante Salvador Allende, en el Club Militar, agosto de 1973. La versión maniquea sobre la historia reciente de Chile funciona a las mil maravillas cuando se describen escenas como estas o se revela la sedición de la derecha y de la izquierda, y posteriormente el papel represivo del régimen militar. Sin embargo, esta visión, que condena con legitimidad la conspiración y la violación de derechos humanos, se nutre de una interpretación sesgada de lo ocurrido, que impide la renovación de la izquierda y oculta algo clave: la responsabilidad de la propia izquierda en el trágico fin de la UP y Allende, un líder demócrata y masón, lo que a menudo se soslaya.
                            Allende no era Cristo. Por lo tanto, su sangre derramada no redime a la izquierda. Por el contrario, 30 años después de lo ocurrido, esa sangre -y la de las víctimas de la represión- exige una autocrítica radical de sus dirigentes, de aquellos que durante la UP adoptaron posiciones ultraizquierdistas y posteriormente lideraron el exilio y luego, ya en democracia, la política nacional. El sacrificio de un mandatario consecuente e idealista como Allende no libera de responsabilidad a esa izquierda -compuesta esencialmente por los partidos socialista, MIR, Mapu e Izquierda Cristiana- que reventó a partir de 1970 el sistema "burgués" chileno a pesar de que, con sus imperfecciones e inequidades, era más democrático y perfectible que el socialismo cubano, ruso o búlgaro que afiebraba las cabezas de nuestros líderes de entonces. La primera responsabilidad de la izquierda es haber arrojado por la borda nuestro sistema democrático para intentar reemplazarlo por uno que, ante cualquier sujeto razonable, había fracasado en Europa, Asia y la Cuba fidelista, al menos como modelo para Chile.
                            Ya antes de asumir el gobierno en 1970, presa de una interpretación ideologizada de la realidad, la izquierda -con excepción del partido comunista- había declarado caduco el orden chileno y se planteaba, por la vía armada, la "demolición" leninista del Estado burgués. Lo asombroso es que ni el hecho de contar con el Poder Ejecutivo ni con una porción del Legislativo le abrió a esa izquierda los ojos para ver los espacios de transformación social que ofrecía el Estado chileno de 1970. En lugar de avanzar en términos graduales, como se lo proponía el programa de la UP, los partidos socialistas, MIR, Mapu e IC jugaron a rebasar a Allende, impulsando la expropiación masiva y arbitraria de fábricas y tierras, exigiendo el establecimiento de un sistema educativo único y un ejército "democrático", exhibiendo milicias que más tarde probarían ser sólo simulacros destinados a intimidar al centro y a la derecha. Obviamente que eso contribuyó -así como la conspiración opositora- a deteriorar la economía y provocar a los partidos democráticos y a los chilenos en general. La dirigencia izquierdista, en una suerte de conspiración contra Allende, acusando de "mencheviques" a quienes se mantenían fieles a los cambios graduales de la UP, desconocieron la vigencia del sistema democrático, que constituía el marco en el cual Allende había concebido su revolución de "empanadas y vino tinto" y en el cual, en 1970, parlamentarios de distintas tendencias lo habían elegido mandatario pese a contar sólo con 36,6% de los sufragios. No hay que olvidar que el 22 de agosto de 1973, en medio de una situación de violencia política aguda, la Cámara de Diputados declaró ilegal al gobierno de la UP. En verdad, la inmortalidad de Allende comienza con su suicidio en La Moneda, con un suicidio que no sólo acusa a Pinochet, a la Democracia Cristiana y a la derecha, sino también a sus aliados que lo dejaron a la deriva. Su sacrificio, huérfano de los líderes de la UP, representa dramáticamente la soledad y traición de que fue objeto Allende por parte de una dirigencia que coqueteaba con la vía armada, pero que a la hora de los tiros se esfumó en gran medida y que hoy, en su mayoría, es neoliberal y de centroizquierda. En rigor, Pinochet le dio en 1973 el tiro de gracia al moribundo orden democrático que sectores de la izquierda ya habían arrojado por la borda en 1970.
                            La muerte de Allende está llena de símbolos. Su suicidio con el fusil que le regaló Fidel Castro también lo es. Pese a que Castro se presenta siempre como su amigo, en el fondo no compartía su fe en la vía electoral. No podía ser de otro modo: Allende ganó innumerables elecciones a lo largo de su vida, Castro no ganó nunca. Castro jugó un rol decisivo en el desgaste de Allende: primero con la organización y el financiamiento del movimiento MIR, que se planteaba el socialismo mediante la vía armada; después con el adiestramiento militar de jóvenes de izquierda, y más tarde con su visita oficial de 21 días a Chile, cuando el gobierno de la UP no pudo deshacerse de huésped tan inoportuno como injerencista. Durante un mes, y sin importarle el daño que le ocasionaba al gobierno, Castro -el mismo que bajó de la Sierra Maestra llevando escapularios al pecho- se paseó por Chile alabando en concentraciones las medidas radicales de su propio régimen, denostando la democracia parlamentaria, enseñando cómo se hace una revolución marxista, poniendo los pelos de punta a todos los demócratas, a la derecha y a los militares. A su última presentación popular, en el Estadio Nacional, Allende simplemente no asistió, y Castro no pudo llenar el recinto. El cubano jugó acá a ganador: públicamente expresaba su apoyo al allendismo, pero al mismo tiempo manejaba con el Departamento América a muchachos adiestrados militarmente en Cuba. Castro tuvo incluso la osadía de mantener en Chile a dos altos oficiales de tropas especiales con pasaporte diplomático que coordinaban acciones de ultraizquierda. Fueron los hermanos De la Guardia, uno de ellos ejecutado y el otro condenado a perpetua por supuesto involucramiento en narcotráfico. Pero Castro también intentó apoderarse de la versión de su muerte: en la Plaza de la Revolución sostuvo el 28 de setiembre de 1973 que Allende había caído en La Moneda envuelto en una bandera chilena, disparando con el fusil que él le había regalado. De esa forma eludía su responsabilidad injerencista y convertía de paso a Allende en un ser que al final de su existencia renegaba de su filosofía pacífica y, abrazando su fusil, reconocía que la clave emancipadora para la región estaba en la vía armada. En verdad Castro no pudo mirar a los ojos el sacrificio de Allende por la sencilla razón de que la única vez que estuvo rodeado por el enemigo, después del asalto al Cuartel Moncada, el 26 de julio de 1953, se rindió y entregó sin rasguño alguno al Ejército batistiano. Pero Allende, desde su muerte, no se equivocó: la vía para construir una América equitativa, digna y democrática pasa hoy más que nunca por su estrategia de sumar mayorías para aprobar y consolidar los profundos cambios que la región necesita.
                            Condenemos los crímenes de la dictadura, exijamos justicia plena y verdad, pero no idealicemos a la UP. El llanterío ininterrumpido de la izquierda en el exilio y el país, y la rasgadura de vestiduras de quienes hoy se proclaman admiradores de Allende, aunque ayer lo hostigaron y abandonaron, sólo han servido para que la izquierda eluda responsabilidades y quede sin capacidad para explicar el porqué 30 años después del establecimiento de un régimen siniestro, un líder de centroderecha, que en su juventud se identificó con el gobierno militar, sea hoy el político más popular y uno de los más queridos de Chile, y probablemente el próximo mandatario.
                            Al final de todo queda lo siguiente: un Presidente que se inmoló en La Moneda y se negó a seguir a los presidentes depuestos de América Latina en su fuga a paraísos fiscales para disfrutar de la fortuna robada al Estado, miles de compatriotas torturados o asesinados; un exilio masivo; una dirigencia izquierdista que, como ave Fénix, se reinstala en el poder, unos como políticos renovados, otros como asesores internacionales, algunos como fervorosos lobbystas de los mismos intereses que hace 30 años intentaron expropiar sin éxito, y una historia trágica y contradictoria que ha servido también para que muchos podamos vivir de sus lecciones, reflexión y relato. Pero también queda un país que ya está haciendo realidad sus sueños a través de una paciente y a veces exasperantemente lenta profundización de la democracia. Sí, a Allende lo matamos todos, pero por fortuna perdura su ejemplo de honestidad, consecuencia e idealismo social. Sin Salvador Allende, Chile sería hoy menos digno.
                            >>> El cine se lee en dvdplay <<<

                            Comment


                            • #29


                              Y arriba la democracia (que tenemos que ponernos las pilas y hacer andar)
                              Indifference is Bliss

                              Comment


                              • #30
                                The Party seeks power entirely for its own sake. We are not interested in the good of others; we are interested solely in power. Not wealth or luxury or long life or happiness: only power, pure power.

                                Join Eventis, the land of spam and unspeakable horrors!

                                Comment

                                Working...
                                X