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Esta venganza fue un plato que se comió caliente. La campaña que se orquestó para dejar a Sebastián Abreu fuera de competencia resultó un fracaso total. Ya poco importa el dictamen de un frío tribunal. El fútbol es otra cosa. Sostengan lo que sostengan, se sigue resolviendo en la cancha. Nacional, con Abreu y Munúa con una producción inolvidable, venció a Peñarol por el decreto que marca el fútbol. La historia guardará que a tres fechas del final se terminó el campeonato, gracias a una monumental campaña de Nacional, que coronó con un brillante triunfo en el clásico, en el que mucho tuvo que ver la gravitación que ejerció el técnico Daniel Carreño. Venció el equipo que demostró mayor jerarquía para sacar adelante un clásico muy particular. Además del título, estaba en juego el honor deportivo de Peñarol. Antes del partido, algunos dirigentes de Peñarol pronunciaron una ingeniosa frase: “Les vamos a demostrar que no necesitamos sacar a Abreu para ganarles”. Ahora cómo harán para sacarse a Abreu de la memoria.
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