Me alegro de que la peor selección brasileña de todos los tiempos haya tenido su justo final, por fin el fútbol rácano y conservador de Scolari ha tenido su merecido castigo.
Por contra, la Alemania de Joaquim Löw que hace tiempo apostó por el juego de toque y combinación, dejando de lado a los panzer y a los patadones, se merece un justo premio. Se demuestra una vez más que jugando al toque y combinando no tan sólo se ofrece espectáculo sino que además se puede ganar.
Bien por Alemania, justo finalista.
Tengo ganas de ver esta noche como se desenvuelven la Pulga, el Pipa y compañia contra la libreta de Van Gaal y sus tulipanes. No lo tendrán fácil los argentinos.
Por contra, la Alemania de Joaquim Löw que hace tiempo apostó por el juego de toque y combinación, dejando de lado a los panzer y a los patadones, se merece un justo premio. Se demuestra una vez más que jugando al toque y combinando no tan sólo se ofrece espectáculo sino que además se puede ganar.
Bien por Alemania, justo finalista.
Tengo ganas de ver esta noche como se desenvuelven la Pulga, el Pipa y compañia contra la libreta de Van Gaal y sus tulipanes. No lo tendrán fácil los argentinos.
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