Estimados civforeros:
Al entrar en este foro, y leer diversos posts, llegue a la conclusión de que debía probar el nivel Príncipe para poder afrontar un verdadero reto (estaba acostumbrado a Noble, y mi método de juego no encontraba ningún aliciente en este nivel), asi que jugué unas cuantas partidas hasta que, finalmente, gané (y es cierto eso de que se recuerda la primera victoria, el vil imperio árabe todavía estará temblando por la brutalidad de la ofensiva acorazada que a eso de 1990 minó definitivamente a mi último rival ), y ahora espero poder probar el siguiente nivel. Pero he confirmado tras jugar en Príncipe, que la expansión y la consolidación de un imperio fuerte en los primeros años es primordial, y que supone un empujón indispensable para una victoria final. Por eso, me gustaría comentar en este post estrategias para los primeros turnos:
-Siempre he tenido la sensación de que el primer colono tarda un mundo en construirse. En el CIV-3, siempre se esperaba a alcanzar el tamaño 3, y se creaba el colono; pero en este CIV-4, no sabía a ciencia cierta cuando construirlo (dejar crecer un poco a la población y crearlo, hacerlo de primeras...). Tras bastantes experimentos y pruebas en bastantes partidas, llegué a la conclusión de que no suele ser mala idea llevar a cabo esto:
1º. Tras fundar la ciudad, creamos un trabajador.
2º. Ahora, con el trabajador una vez creado, empezamos con el colono. Y el trabajador se dedicará a cortar madera para acelerar la producción (naturalmente, si tenemos un bosque cerca).
Generalmente, esto me da buenos resultados, y una expansión rápida (rápida pero con cuidado de vigilar la sostenibilidad, porque no es agradable tener que bajar demasiado el porcentaje de investigación) También me permite desde el principio crear maravillas con un ritmo superior al de otras civilizaciones. Eso sí, hay que investigar la forja del bronce nada más empezar. Otras técnicas que suelo utilizar en los comienzos son:
-Fundar la primera religión (budismo), o crear el Oráculo, e intentar fundar el Confucionanismo (generalmente, la IA me empuja a esta segunda). Sin perder tiempo, realizo una colonización religiosa brutal, aunque descuido algo el resto de aspectos del juego, sobre todo el militar, arriesgándome a que alguien la emprenda conmigo. Pero si consigues que tus vecinos adopten la misma religion, y entonces ellos mismos también la expanden, y tienes la ciudad santa, conseguirás bastante, bastante oro (con lo cual, puedes expandirte bastante más rapidamente al tener con qué sufragar los gastos de mantenimiento).
-Stonehenge: Indispensable para poder conseguir una superioridad cultural desde el principio.
¿Y cómo soléis utilizar los artistas? Conozco una mayoría de tipos que suelen crear super-ciudades, introduciendo varios grandes personajes, haciendo de ellas ciudades muy versátiles y sin problemas en general. Yo dependiendo de la situación, pero casi siempre utilizo los artistas como bombas culturales para consolidar mis fronteras, los ingenieros (Estos siempre) para acelerar la producción de maravillas, los mercaderes los mando muy lejos, y los profetas depende del contexto actual, pero suelo apostar, si no tengo creado el edificio especial, lo añado a una ciudad para aliviar la carga financiera de mi imperio
Como juego de estrategia que es, evidentemente en muchas ocasiones no puedo aplicar estas acciones, teniendo que adaptarlas a unas situación muy diferente (lo que constituye, precisamente, la definición de estrategia). Pero si suelen ser las grandes directrices que sigo para competir frente a la máquina, y no me traen malos resultados.
Al entrar en este foro, y leer diversos posts, llegue a la conclusión de que debía probar el nivel Príncipe para poder afrontar un verdadero reto (estaba acostumbrado a Noble, y mi método de juego no encontraba ningún aliciente en este nivel), asi que jugué unas cuantas partidas hasta que, finalmente, gané (y es cierto eso de que se recuerda la primera victoria, el vil imperio árabe todavía estará temblando por la brutalidad de la ofensiva acorazada que a eso de 1990 minó definitivamente a mi último rival ), y ahora espero poder probar el siguiente nivel. Pero he confirmado tras jugar en Príncipe, que la expansión y la consolidación de un imperio fuerte en los primeros años es primordial, y que supone un empujón indispensable para una victoria final. Por eso, me gustaría comentar en este post estrategias para los primeros turnos:
-Siempre he tenido la sensación de que el primer colono tarda un mundo en construirse. En el CIV-3, siempre se esperaba a alcanzar el tamaño 3, y se creaba el colono; pero en este CIV-4, no sabía a ciencia cierta cuando construirlo (dejar crecer un poco a la población y crearlo, hacerlo de primeras...). Tras bastantes experimentos y pruebas en bastantes partidas, llegué a la conclusión de que no suele ser mala idea llevar a cabo esto:
1º. Tras fundar la ciudad, creamos un trabajador.
2º. Ahora, con el trabajador una vez creado, empezamos con el colono. Y el trabajador se dedicará a cortar madera para acelerar la producción (naturalmente, si tenemos un bosque cerca).
Generalmente, esto me da buenos resultados, y una expansión rápida (rápida pero con cuidado de vigilar la sostenibilidad, porque no es agradable tener que bajar demasiado el porcentaje de investigación) También me permite desde el principio crear maravillas con un ritmo superior al de otras civilizaciones. Eso sí, hay que investigar la forja del bronce nada más empezar. Otras técnicas que suelo utilizar en los comienzos son:
-Fundar la primera religión (budismo), o crear el Oráculo, e intentar fundar el Confucionanismo (generalmente, la IA me empuja a esta segunda). Sin perder tiempo, realizo una colonización religiosa brutal, aunque descuido algo el resto de aspectos del juego, sobre todo el militar, arriesgándome a que alguien la emprenda conmigo. Pero si consigues que tus vecinos adopten la misma religion, y entonces ellos mismos también la expanden, y tienes la ciudad santa, conseguirás bastante, bastante oro (con lo cual, puedes expandirte bastante más rapidamente al tener con qué sufragar los gastos de mantenimiento).
-Stonehenge: Indispensable para poder conseguir una superioridad cultural desde el principio.
¿Y cómo soléis utilizar los artistas? Conozco una mayoría de tipos que suelen crear super-ciudades, introduciendo varios grandes personajes, haciendo de ellas ciudades muy versátiles y sin problemas en general. Yo dependiendo de la situación, pero casi siempre utilizo los artistas como bombas culturales para consolidar mis fronteras, los ingenieros (Estos siempre) para acelerar la producción de maravillas, los mercaderes los mando muy lejos, y los profetas depende del contexto actual, pero suelo apostar, si no tengo creado el edificio especial, lo añado a una ciudad para aliviar la carga financiera de mi imperio
Como juego de estrategia que es, evidentemente en muchas ocasiones no puedo aplicar estas acciones, teniendo que adaptarlas a unas situación muy diferente (lo que constituye, precisamente, la definición de estrategia). Pero si suelen ser las grandes directrices que sigo para competir frente a la máquina, y no me traen malos resultados.
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