El guerrero había cumplido la treintena.
Su cara llena de llagas y cicatrices, recuerdos del fragor de tantas luchas, acusaba el paso del tiempo. Apoyado sobre su mellada espada meditaba en lo alto de la colina, la oscura melena ondeando al viento.
La hora había llegado ... ahora no cabía vuelta atrás ...
Chicos, me caso el 22 de abril !!!
Su cara llena de llagas y cicatrices, recuerdos del fragor de tantas luchas, acusaba el paso del tiempo. Apoyado sobre su mellada espada meditaba en lo alto de la colina, la oscura melena ondeando al viento.
La hora había llegado ... ahora no cabía vuelta atrás ...
Chicos, me caso el 22 de abril !!!
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