De La Nacion:
Tropas de EE.UU. allanaron la casa de un político iraquí, un favorito del Pentágono
El operativo se realizó tras la existencia de denuncias que involucran a Ahmad Chalabi en irregularidades en la transferencia de la soberanía en Irak
BAGDAD.- Soldados estadounidenses y policías iraquíes allanaron la residencia del político iraquí Ahmad Chalabi, en medio de denuncias de que desean acallar sus quejas sobre la transferencia de soberanía en Irak.
Aunque las autoridades estadounidenses no formularon comentarios, fuentes norteamericanas se quejaron privadamente de que Chalabi interfiere con una investigación sobre denuncias que el régimen de Saddam Hussein desvió millones de dólares provenientes del programa de petróleo por alimentos que supervisó las Naciones Unidas.
Los soldados estadounidenses y civiles armados de la misma nacionalidad fueron vistos en torno a la residencia de Chalabi, en el acomodado distrito de Mansour. Algunas personas cargaron cajas en varios vehículos. Sus ayudantes dijeron que fueron confiscados sin mandamiento judicial documentos y computadores.
Un ayudante de Chalabi, Haidar Musawi, acusó a los estadounidenses de intentar presionar a Chalabi, otrora respaldado por el Pentágono pero que ahora critica abiertamente los planes estadounidenses como la cuantía del poder que será transferido a los iraquíes el 30 de junio.
Agregó que los norteamericanos allanaron además otras oficinas del partido de Chalabi, el Congreso Nacional Iraquí.
"El propósito es ejercer presión política", dijo Musawi a The Associated Press. "¿Por qué ocurre esto cuando está siendo constituido el gobierno?".
Musawi dijo que las fuerzas estadounidenses rodearon la residencia al comenzar la mañana mientras Chalabi, miembro del Consejo Gobernante iraquí, se encontraba en ella. Dijeron a los ayudantes de Chalabi que deseaban registrar la vivienda en busca de funcionarios del Congreso Nacional Iraquí reclamados por las autoridades.
Los ayudantes acordaron que entrara un policía iraquí desarmado y que echara una ojeada.
"El policía iraquí estaba muy avergonzado y dijo que ellos (los estadounidenses) les ordenaron que vinieran y que no sabían que se trataba de la casa de Chalabi", dijo Musawi.
"El CNI está dispuesto a que cualquier organismo imparcial y judicial investigue toda acusación contra él. Hay norteamericanos que tienen una lista de personalidades iraquíes que desean detener para presionar a esta fuerza política iraquí", agregó en referencia a Congreso Nacional Iraquí.
Fuente: ANSA
El operativo se realizó tras la existencia de denuncias que involucran a Ahmad Chalabi en irregularidades en la transferencia de la soberanía en Irak
BAGDAD.- Soldados estadounidenses y policías iraquíes allanaron la residencia del político iraquí Ahmad Chalabi, en medio de denuncias de que desean acallar sus quejas sobre la transferencia de soberanía en Irak.
Aunque las autoridades estadounidenses no formularon comentarios, fuentes norteamericanas se quejaron privadamente de que Chalabi interfiere con una investigación sobre denuncias que el régimen de Saddam Hussein desvió millones de dólares provenientes del programa de petróleo por alimentos que supervisó las Naciones Unidas.
Los soldados estadounidenses y civiles armados de la misma nacionalidad fueron vistos en torno a la residencia de Chalabi, en el acomodado distrito de Mansour. Algunas personas cargaron cajas en varios vehículos. Sus ayudantes dijeron que fueron confiscados sin mandamiento judicial documentos y computadores.
Un ayudante de Chalabi, Haidar Musawi, acusó a los estadounidenses de intentar presionar a Chalabi, otrora respaldado por el Pentágono pero que ahora critica abiertamente los planes estadounidenses como la cuantía del poder que será transferido a los iraquíes el 30 de junio.
Agregó que los norteamericanos allanaron además otras oficinas del partido de Chalabi, el Congreso Nacional Iraquí.
"El propósito es ejercer presión política", dijo Musawi a The Associated Press. "¿Por qué ocurre esto cuando está siendo constituido el gobierno?".
Musawi dijo que las fuerzas estadounidenses rodearon la residencia al comenzar la mañana mientras Chalabi, miembro del Consejo Gobernante iraquí, se encontraba en ella. Dijeron a los ayudantes de Chalabi que deseaban registrar la vivienda en busca de funcionarios del Congreso Nacional Iraquí reclamados por las autoridades.
Los ayudantes acordaron que entrara un policía iraquí desarmado y que echara una ojeada.
"El policía iraquí estaba muy avergonzado y dijo que ellos (los estadounidenses) les ordenaron que vinieran y que no sabían que se trataba de la casa de Chalabi", dijo Musawi.
"El CNI está dispuesto a que cualquier organismo imparcial y judicial investigue toda acusación contra él. Hay norteamericanos que tienen una lista de personalidades iraquíes que desean detener para presionar a esta fuerza política iraquí", agregó en referencia a Congreso Nacional Iraquí.
Fuente: ANSA
La guerra que no termina: a seis meses de los comicios presidenciales
Bush, cada vez más aislado, exige el apoyo de los republicanos
Los llamó a mantener la fe en su gobierno
# El oficialismo, en las últimas semanas, dio señales de enfrentamientos internos
# El conflicto afectó la popularidad del mandatario, que apenas supera el 40%
WASHINGTON.- Golpeado por una alarmante caída en su popularidad y cada vez más aislado por los efectos de la guerra en Irak, el presidente George W. Bush fue ayer al Congreso a reclamar el apoyo de la mayoría republicana, en un intento de pasar a la ofensiva para que su reelección no se vea frustrada.
La visita de Bush al Capitolio, dirigida a reforzar su posición, fue un hecho inusual, aunque tiene su lógica en el contexto actual.
Se produjo en momentos en que crece el temor entre los republicanos a perder las elecciones presidenciales por el impacto que el escándalo de las torturas y el descontrol de la situación en Irak tienen entre los norteamericanos.
El respaldo popular de Bush cayó en picada en las últimas cuatro semanas y se ubica tan sólo unos puntos por encima del 40 por ciento.
Con ese nivel de aprobación a seis meses de las elecciones, ningún presidente pudo retener el poder. Le ocurrió a su padre, George Bush -que perdió con Bill Clinton en 1992- y al demócrata Jimmy Carter, derrotado por Ronald Reagan en 1980.
La presencia del mandatario republicano en el Congreso coincidió con la difusión de nuevas fotografías de abusos contra detenidos iraquíes por parte de soldados norteamericanos; con las acusaciones por la matanza de 40 iraquíes que, según testigos, participaban en una fiesta de casamiento en una población cerca de la frontera con Siria. Además, se produjo justo cuando el dirigente político iraquí preferido por Estados Unidos, Ahmad Chalabi, rompió relaciones con las autoridades de la ocupación militar después de que su casa fue allanada por fuerzas de la coalición.
Chalabi, miembro del Consejo de Gobierno Iraquí, es el líder del Congreso Nacional Iraquí, que fue financiado por el Pentágono durante el exilio para reemplazar al gobierno de Saddam Hussein.
En los últimos cuatro años, su partido recibió 27 millones de dólares a cambio de información de inteligencia, que investigaciones internas de Estados Unidos revelaron después que eran falsas o equivocadas.
Según difundió anoche la CBS, la casa de Chalabi fue allanada porque el dirigente iraquí pasaba información de inteligencia a Irán.
En el Capitolio, Bush pidió a los diputados y senadores republicanos -que en las últimas semanas habían dado señales de disputas internas- que mantuvieran la fe en la política de la Casa Blanca y les advirtió que Estados Unidos está firmemente comprometido en traspasar la soberanía a los iraquíes el 30 de junio próximo.
El presidente republicano les dijo que había que prepararse para que la violencia aumente a medida que se acerque el día del traspaso de la soberanía a los iraquíes.
"El pueblo iraquí se ha estado entrenando hasta ahora, y ya es tiempo de que se suban a la bicicleta y avancen", dijo Bush, según relató la representante republicana Deborah Pryce.
"Estos han sido dos meses muy duros para el presidente, particularmente en lo que respecta a Irak. El estuvo aquí para recordarle a la gente que tenemos una política y que esta política va a ser difícil", señaló el senador Rick Santorum.
Acusaciones internas
Bush fue interrumpido varias veces por el aplauso de sus partidarios, en particular cuando les transmitió que, a pesar de la caída en las encuestas, él está preparado y ansioso para la batalla por la reelección.
Los republicanos más cercanos a la Casa Blanca acusan a los senadores de su propio partido de haber favorecido la caída de Bush en las encuestas, con los duros interrogatorios a funcionarios del Pentágono y altos mandos militares sobre los abusos contra los prisioneros iraquíes.
El presidente Bush necesita pasar a la ofensiva para recuperar la iniciativa perdida en las últimas semanas y quebrar el escepticismo sobre el compromiso de la Casa Blanca de que la transferencia del poder a los iraquíes será efectiva.
Con ese propósito, Bush iniciará el lunes próximo una serie de discursos para explicar cómo será el traspaso del poder cuando sólo faltan seis semanas para ello.
Según publicó ayer The Washington Post citando a un funcionario de la Casa Blanca, el mandatario republicano hablará cada semana "para discutir con el pueblo norteamericano y el mundo los pasos siguientes en Irak".
El primer mensaje de Bush será el lunes próximo en la Escuela de Guerra del Ejército, en Pennsylvania, donde hablará del traspaso del poder y del papel que deberá cumplir el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para aprobar la resolución que convalide al futuro gobierno iraquí.
Uno de los puntos de discordia con los países de Europa es sobre el poder que tendrá el gobierno soberano iraquí sobre las fuerzas armadas que hoy ocupan el territorio de Irak.
Esa cuestión enfrenta a Estados Unidos con las potencias europeas desde hace unos meses.
Por Jorge Rosales
Corresponsal en EE.UU
Bush, cada vez más aislado, exige el apoyo de los republicanos
Los llamó a mantener la fe en su gobierno
# El oficialismo, en las últimas semanas, dio señales de enfrentamientos internos
# El conflicto afectó la popularidad del mandatario, que apenas supera el 40%
WASHINGTON.- Golpeado por una alarmante caída en su popularidad y cada vez más aislado por los efectos de la guerra en Irak, el presidente George W. Bush fue ayer al Congreso a reclamar el apoyo de la mayoría republicana, en un intento de pasar a la ofensiva para que su reelección no se vea frustrada.
La visita de Bush al Capitolio, dirigida a reforzar su posición, fue un hecho inusual, aunque tiene su lógica en el contexto actual.
Se produjo en momentos en que crece el temor entre los republicanos a perder las elecciones presidenciales por el impacto que el escándalo de las torturas y el descontrol de la situación en Irak tienen entre los norteamericanos.
El respaldo popular de Bush cayó en picada en las últimas cuatro semanas y se ubica tan sólo unos puntos por encima del 40 por ciento.
Con ese nivel de aprobación a seis meses de las elecciones, ningún presidente pudo retener el poder. Le ocurrió a su padre, George Bush -que perdió con Bill Clinton en 1992- y al demócrata Jimmy Carter, derrotado por Ronald Reagan en 1980.
La presencia del mandatario republicano en el Congreso coincidió con la difusión de nuevas fotografías de abusos contra detenidos iraquíes por parte de soldados norteamericanos; con las acusaciones por la matanza de 40 iraquíes que, según testigos, participaban en una fiesta de casamiento en una población cerca de la frontera con Siria. Además, se produjo justo cuando el dirigente político iraquí preferido por Estados Unidos, Ahmad Chalabi, rompió relaciones con las autoridades de la ocupación militar después de que su casa fue allanada por fuerzas de la coalición.
Chalabi, miembro del Consejo de Gobierno Iraquí, es el líder del Congreso Nacional Iraquí, que fue financiado por el Pentágono durante el exilio para reemplazar al gobierno de Saddam Hussein.
En los últimos cuatro años, su partido recibió 27 millones de dólares a cambio de información de inteligencia, que investigaciones internas de Estados Unidos revelaron después que eran falsas o equivocadas.
Según difundió anoche la CBS, la casa de Chalabi fue allanada porque el dirigente iraquí pasaba información de inteligencia a Irán.
En el Capitolio, Bush pidió a los diputados y senadores republicanos -que en las últimas semanas habían dado señales de disputas internas- que mantuvieran la fe en la política de la Casa Blanca y les advirtió que Estados Unidos está firmemente comprometido en traspasar la soberanía a los iraquíes el 30 de junio próximo.
El presidente republicano les dijo que había que prepararse para que la violencia aumente a medida que se acerque el día del traspaso de la soberanía a los iraquíes.
"El pueblo iraquí se ha estado entrenando hasta ahora, y ya es tiempo de que se suban a la bicicleta y avancen", dijo Bush, según relató la representante republicana Deborah Pryce.
"Estos han sido dos meses muy duros para el presidente, particularmente en lo que respecta a Irak. El estuvo aquí para recordarle a la gente que tenemos una política y que esta política va a ser difícil", señaló el senador Rick Santorum.
Acusaciones internas
Bush fue interrumpido varias veces por el aplauso de sus partidarios, en particular cuando les transmitió que, a pesar de la caída en las encuestas, él está preparado y ansioso para la batalla por la reelección.
Los republicanos más cercanos a la Casa Blanca acusan a los senadores de su propio partido de haber favorecido la caída de Bush en las encuestas, con los duros interrogatorios a funcionarios del Pentágono y altos mandos militares sobre los abusos contra los prisioneros iraquíes.
El presidente Bush necesita pasar a la ofensiva para recuperar la iniciativa perdida en las últimas semanas y quebrar el escepticismo sobre el compromiso de la Casa Blanca de que la transferencia del poder a los iraquíes será efectiva.
Con ese propósito, Bush iniciará el lunes próximo una serie de discursos para explicar cómo será el traspaso del poder cuando sólo faltan seis semanas para ello.
Según publicó ayer The Washington Post citando a un funcionario de la Casa Blanca, el mandatario republicano hablará cada semana "para discutir con el pueblo norteamericano y el mundo los pasos siguientes en Irak".
El primer mensaje de Bush será el lunes próximo en la Escuela de Guerra del Ejército, en Pennsylvania, donde hablará del traspaso del poder y del papel que deberá cumplir el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para aprobar la resolución que convalide al futuro gobierno iraquí.
Uno de los puntos de discordia con los países de Europa es sobre el poder que tendrá el gobierno soberano iraquí sobre las fuerzas armadas que hoy ocupan el territorio de Irak.
Esa cuestión enfrenta a Estados Unidos con las potencias europeas desde hace unos meses.
Por Jorge Rosales
Corresponsal en EE.UU
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PRUEBAS. George W. Bush muestra a la prensa las heridas sufridas durante la caída.
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