Mil disculpas.
Resulta que tenemos (mi familia) una casa en la costa. Está a 80 Km., pero allá no tengo internet y me he tenido que ir en algo totalmente sin aviso. Por eso no me conecté y no pude dejar constancia de mi ausencia.
Trataré de conseguirme algún reemplazante para los días que vienen, ya que mañana me voy de nuevo.
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Viena, marzo de 1804
Kelzad von Hapsburg, Emperador de Austria, a los miembros de la coalición, ¡salve!
La situación en mi país es insostenible. 93 unidades prusianas, rusas y otomanas están en estos momentos sitiando mis ciudades que a duras penas han resistido los ataquies anteriores.
Mis tropas veteranas están desgastadas y las nuevas están compuestas por muchachos imberbes dolorosamente reclutados a diario.
No puedo continuar en esta guerra. Estoy vencido. Renuncio. Es imposible seguir en este estado. Me veo, entonces, en la obligación de retirarme.
Resulta que tenemos (mi familia) una casa en la costa. Está a 80 Km., pero allá no tengo internet y me he tenido que ir en algo totalmente sin aviso. Por eso no me conecté y no pude dejar constancia de mi ausencia.
Trataré de conseguirme algún reemplazante para los días que vienen, ya que mañana me voy de nuevo.
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Viena, marzo de 1804
Kelzad von Hapsburg, Emperador de Austria, a los miembros de la coalición, ¡salve!
La situación en mi país es insostenible. 93 unidades prusianas, rusas y otomanas están en estos momentos sitiando mis ciudades que a duras penas han resistido los ataquies anteriores.
Mis tropas veteranas están desgastadas y las nuevas están compuestas por muchachos imberbes dolorosamente reclutados a diario.
No puedo continuar en esta guerra. Estoy vencido. Renuncio. Es imposible seguir en este estado. Me veo, entonces, en la obligación de retirarme.
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