Petraeus ha posteado en otra entrada un enlace al periódico El Mundo donde hablan de Civ revolution.
http://www.elmundo.es/navegante/2008...a&t=1214066967
Aquí dejo mis comentarios.
Colonos construyendo carreteras? eso no era en el 2? Yo sinceramente lo veo de agradecer. En los Civs siempre me molestó tener mil trabajadores dándo tumbos por ahí. Ahora, las irrigaciones y demás son automáticas, y las carreteras se construyen de ciudad a ciudad pagando oro. A algunos les podrá parecer una tontería, pero a mi me parece super cómodo. Si es verdad que ya no puedes sabotear, pero se supone que ahora está hecho así para acaparar más público, y que las partidas duren menos.
Lo de los ejércitos no recuerdo si se podía hacer en el 4, pero está muy bien.
Siempre fué así, no sé que espera.
En mi partida voy por 1350 DC creo, y quizás pueda tener razón, pero es que, si vas únicamente a la victoria por dominación, es normal. Sigo citando y mirar lo que dice.
Porque ese artículo lo ha escrito alguien que no tiene ni idea de Civilization. Si es verdad que con la diplomacia la han cagado. He leido que no hay ni tratado de paso. Hay cuatro opciones mal puestas, y en este juego, la diplo es muy importante, pero decir que si no vas a por victoria por dominación no es atractivo, es ofender a toda la saga. Precisamente, si vas por victoria por cultura o nave por ejemplo, tienes que defenderte del que vá a victoria por dominación y su macro ejército. Eso es poco emocionante?
Aquí le doy toda la razón, pero es que lo han hecho así para que no te tires un mes con una partida. Con CivIV y sin mapas demasiado grande, me he llegado a tirar muuucho tiempo con una sola partida, que acababa hasta agobiado. Aquí desde esta mañana, seguramente incentivado por la novedad, estoy totalmente enganchado. Todo lo que al principio pensaba que me molestaría de lo que han "quitado" o simplificado, me gusta. Se hace dinámico, turnos rápidos, y pesar de eso, las partidas son largas.
Si bien es cierto que son un poco pesadetes..tanto como para desactivarlos no. Se llevan pidiendo desde CivII.
Claro, el carcassone tiene la misma complejidad que un Civ .. ya, ya sé que no se refiere a eso.
Aquí no sé que decir la verdad ya que no he terminado ni mi primera partida, pero las distintas opciones de victoria, y sus mapas aleatorios, hacen cada partida teóricamente distinta, habrá que verlo con el tiempo.
Esto lo veo bien, sobre todo el GOTW (Game of the Week), pero seguramente, para los poseedores de Xbox 360, no les guste demasiado si no eres asiduo al online (donde tienes que pagar 30 euros al trimestre aproximadamente, eso si, hay chat, y el micro permite char por voz. De hecho, puede que me suscriba al Live Gold 3 meses solo para probarlo online a ver que tal va. Seguramente le dé una nueva dimensión.
Ya veremos que dice el tiempo. Yo de momento, sólo puedo decir que..Un turno más, un turno más...han conseguido darme toda la jugabilidad de un Civ, y pasármelo en grande como antes, sin tener que tirarme días con una partida, o agobios por tener que controlar mil cosas. Espero que no cambie mi opinión en unos días.
http://www.elmundo.es/navegante/2008...a&t=1214066967
Aquí dejo mis comentarios.
Pero desaparecen las hordas de colonos que construyen carreteras, minas o cultivos. Se pierde una de las unidades clásicas del juego; a cambio, es mucho más sencillo de controlar.
Algo similar ocurre con las tropas, que ahora se pueden agrupar de tres en tres para crear ejércitos, mucho más potentes y fáciles de utilizar. Las batallas también han mejorado, y las unidades mejoran a medida que luchan mediante puntos de experiencia y habilidades especiales, aunque el esquema básico no ha variado: ataque, defensa y un número concreto de movimientos.
Las únicas variantes estratégicas son la posibilidad de atrincherarse y desplegar las tropas en un punto clave con bonificaciones, como los ríos o las montañas.
Sin embargo, la mecánica del juego tiene un 'pero': es frecuente es que las batallas las libren tropas antiguas, como por ejemplo arqueros, piqueros o caballeros, porque la rapidez de las partidas complica que se desarrollen verdaderos ejércitos modernos con unidades del siglo XX.
Éstas y otras mejoras hacen de la victoria por dominación una tentación constante ya que las otras opciones también funcionan, pero son mucho menos atractivas por ser menos dinámicas.
La diplomacia no acaba de enganchar, pese a que llegar a construir unas Naciones Unidas pueda ser interesante. Acumular dinero para financiar un Banco Mundial cuando se puede gastar no resulta fácil. Y enviar una nave al espacio es un recurso que ya está demasiado visto.
La diplomacia no acaba de enganchar, pese a que llegar a construir unas Naciones Unidas pueda ser interesante. Acumular dinero para financiar un Banco Mundial cuando se puede gastar no resulta fácil. Y enviar una nave al espacio es un recurso que ya está demasiado visto.
La simplificación del Civilization entraña la pérdida de cierta variedad. A diferencia de sus antecesores, no existe la opción de escoger el tamaño del mundo ni su forma. Así, las diferentes formas de jugar en un mapa pequeño o uno gigantesco desaparecen, algo que también sucede con las formaciones continentales, pues elegir entre un planeta de tierras emergidas y unidas (Pangea) o uno centrado en la batalla naval ya no es posible.
En el apartado gráfico, Civilization es un juego sin alardes que mantiene la línea colorista con mucha información en pantalla. Por poner un fallo, chirría el estilo volatinero y charlatán de los consejeros, quienes pueden llegar a ser exasperantes cuando aparecen en pantalla empujándose unos a otros. Lo mismo ocurre con los arquetipos de cada general: un Bismarck ultragermano, un 'guaperas' Alejandro Magno o Isabel de Castilla, cuyo lenguaje 'sim' es ininteligible. Lo mejor, desactivarlos.
A cambio de estas pérdidas, los desarrolladores han logrado imprimir en el juego un equilibrio que permite dinamizar las partidas con otros jugadores humanos. Los turnos son mucho menos lentos en las partidas multijugador que en los Civilization de ordenador, lo que permite finalizar las partidas en una tarde sin dejarlas a medias. Ello equipara al Revolution con los juegos de mesa clásicos, como el Catán o el Carcassone, juegos para echar partidas cortas y divertidas con los amigos sin el temor de tener que retomarlas otro día.
No obstante, aquellos que busquen partidas para un sólo jugador podrían quedar decepcionados. La escasa variedad de escenarios, la simplificación del árbol tecnológico y la 'falsa' diplomacia (al final suele ser una conquista de imperio tras imperio) provocan que pueda ser más de lo mismo tras varias partidas. Algo que cambia radicalmente cuando se invaden las fronteras de un amigo que confiaba en un acuerdo de paz.
También el juego en red se ha adaptado a las consolas. Las partidas no se pueden guardar, pero no se alargan más de cuatro horas, ya que la duración de los turnos está establecida de antemano —un máximo de dos minutos—, se pueden formar equipos y generar partidas automáticas según el nivel del jugador. Además, cada siete días, el equipo del juego publicará una 'partida de la semana', competición en la que habrá que buscar la mejor puntuación posible.
Ya veremos que dice el tiempo. Yo de momento, sólo puedo decir que..Un turno más, un turno más...han conseguido darme toda la jugabilidad de un Civ, y pasármelo en grande como antes, sin tener que tirarme días con una partida, o agobios por tener que controlar mil cosas. Espero que no cambie mi opinión en unos días.
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