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El año 2000 fue un año muy convulso. Comenzando por la "amenaza fantasma" que supuso el temido efecto 2000, el falso comienzo de milenio, la Eurocopa de Fútbol y las Olimpiadas.
Por aquellas fechas ya había conseguido pasarme el Colonization en nivel Viceroy (y con sólo 3 supercolonias). Me fascinaba el aspecto comercial de aquel juego, ver mis convoyes cargar mercancía y descargar en los puertos, embarcar el cargamento y llevarlo para venderlo en el viejo continente.
Creí conveniente reponer aquel juegazo que una vez superado ya no me suponía ningún reto, y un día decidí adquirir un juego que prometía renovar aquella experiencia "colonizadora".
Se trataba del Imperialism II.
Ya había oido hablar del Imperialism I, pero si bien, la primera entrega se basaba en la época industrial, la secuela se centraba en la época del descubrimiento y colonización de América.
Un juego por turnos cuya estética parece que fue la inspiración para los juegos de Paradox.
En este juego tomas el papel de una de las grandes potencias europeas, y el objetivo es conseguir la supremacía del viejo continente, controlando la mayor cantidad de provincias europeas posible.
Para ello deberás buscar las riquezas en el nuevo mundo que te permitan financiar esta gran empresa, forjar un poderoso ejército y una posición diplomática dominante.
Fascinante el equilibrio militar, diplomático e industrial de este juego en la que todos los aspectos están interrelacionados.
Además, la dificultad del juego es gradual. A medida que el juego avanza se hace más complicado y las implicaciones diplomáticas y el espionaje toman más fuerza.
Lo mejor de todo es que es abandoneware y está disponible en The-Underdogs.
Por aquellas fechas ya había conseguido pasarme el Colonization en nivel Viceroy (y con sólo 3 supercolonias). Me fascinaba el aspecto comercial de aquel juego, ver mis convoyes cargar mercancía y descargar en los puertos, embarcar el cargamento y llevarlo para venderlo en el viejo continente.
Creí conveniente reponer aquel juegazo que una vez superado ya no me suponía ningún reto, y un día decidí adquirir un juego que prometía renovar aquella experiencia "colonizadora".
Se trataba del Imperialism II.
Ya había oido hablar del Imperialism I, pero si bien, la primera entrega se basaba en la época industrial, la secuela se centraba en la época del descubrimiento y colonización de América.
Un juego por turnos cuya estética parece que fue la inspiración para los juegos de Paradox.
En este juego tomas el papel de una de las grandes potencias europeas, y el objetivo es conseguir la supremacía del viejo continente, controlando la mayor cantidad de provincias europeas posible.
Para ello deberás buscar las riquezas en el nuevo mundo que te permitan financiar esta gran empresa, forjar un poderoso ejército y una posición diplomática dominante.
Fascinante el equilibrio militar, diplomático e industrial de este juego en la que todos los aspectos están interrelacionados.
Además, la dificultad del juego es gradual. A medida que el juego avanza se hace más complicado y las implicaciones diplomáticas y el espionaje toman más fuerza.
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